Afghan Kush Ryder

Afghan Kush Ryder: Una índica autofloreciente superincreíble

La esencia de las cepas Kush que deriva de las montañas del Hindu Kush tiene esas vibras de la vieja escuela tan apreciadas por los entusiastas del cannabis de todo el mundo. La Afghan Kush Ryder, como su nombre sugiere, deriva de una Afghani Kush 100% índica pura. Está mezclada con genética ruderalis de primera clase. Este cultivo es claramente una cepa índica con características autoflorecientes. La Afghan Kush Ryder es un éxito debido a su composición y su calidad. Analicemos los detalles.

Tras algunas caladas, los cannabinoides de la Afghan Kush Ryder cruzan la barrera hematoencefálica, y tú quedas pegado al sofá. Esta cepa con efectos sedantes, narcóticos y relajantes es muy potente debido a su increíble contenido de THC del 22%. Es un truco publicitario o esta autofloreciente realmente alcanza estos niveles, lo cual es muy inusual en variedades autoflorecientes.

De cualquier manera, la Afghan Kush Ryder definitivamente es la hierba preferida de los amantes del hachís de la vieja escuela. Los sabores a hachís traen recuerdos nostálgicos y envuelven el presente con tesoros del pasado. Si la fumas antes de ir a dormir, tendrás una larga y profunda noche de sueños. Es una de esas cepas que te hacen dormir 12 horas sin parar. Cuando la etapa REM esté en su punto máximo, puedes esperar una agradable visita de Mary Jane, quien compartirá contigo su sabiduría e iluminará tu mente.

Esta autofloreciente está repleta de tricomas; sus cogollos brillantes reflejan la luz de tu alma. La Afghan Kush Ryder es bastante compacta y produce cosechas más bien pequeñas por planta. Los cultivadores discretos aman a esta cepa tanto como los cultivadores principiantes. Desde la plantación hasta la cosecha, la Afghan Kush Ryder solo tarda 45-55 días en terminar su ciclo. En resumen, esta cepa autofloreciente es una magnífica índica que es potente, compacta y de rápida floración.