Shark Widow

Shark Widow: cepa híbrida casi índica pura

La Shark Widow es una cepa de cannabis híbrida. Es mayoritariamente índica y se considera lo más cercano a una índica pura. Esta variedad es un cruce entre Shark y White Widow.

Shark Widow es conocida por ser una cepa particularmente potente. La concentración media de THC oscila entre 15-20%, normalmente rondando el 17%. La genética casi puramente índica de esta cepa es evidente en los efectos que produce: una relajación profunda de todo el cuerpo, que en dosis medias a altas puede llevar a la sedación. Esta variedad no produce muchos efectos cerebrales significantes, y es conocida por dejar hasta a los fumadores más experimentados atrapados en el sofá y ligeramente aletargados, con sólo unas caladas.

Los consumidores con fines terapéuticos optarán por esta variedad para aliviar el dolor, gracias a sus fuertes efectos físicos. Otros la encontrarán útil para frenar síntomas de estrés o ansiedad, así como insomnio y otros problemas relacionados con el sueño. Generalmente, la Shark Widow se reserva para la noche, cuando el consumidor ya no necesita mantenerse productivo.

Esta variedad cuenta con un perfil aromático intenso. Un lote fresco de estos cogollos proporcionará un olor muy potente y penetrante, caracterizado por aromas intensos, dulces y afrutados. El sabor es similar, dulce y afrutado, aunque algunos fumadores también notan un ligero matiz terroso o incluso especiado.

Cuando se cultiva en interior, la Shark Widow muestra características obviamente índicas. Estas plantas suelen tener un espacio corto entre los nudos y una fuerte umbela central, lo que resulta en plantas bajas pero frondosas. La planta crece de manera drástica durante las primeras fases vegetativas, y rápidamente se convierte en un fuerte arbusto.

La altura media para plantas Shark Widow en interior es de 75-90cm, con una cosecha media de entre 300-400g/m². En exterior, estas plantas pueden llegar a alturas de 150-200cm.

El período de floración de Shark Widow es sólo de 55 a 65 días. Al inicio de este ciclo de floración, los cultivadores ya notarán que estas plantas empiezan a producir tricomas gruesos, que al final del ciclo se habrán convertido en cogollos apretados, fuertes y espesos. Los cogollos son normalmente de color verde brillante y, como es típico de las buenas índicas, pequeños pero muy compactos.