K-Train

K-Train: el sueño de los amantes de las índicas

La K-Train es una variedad índica y el cruce de OG Kush y Trainwreck. Genera un efecto muy potente y produce generosas cosechas a partir de una planta pequeña.

Su colocón es el típico de una buena índica. Con un nivel medio de THC de hasta un impresionante 22%, no hace falta fumar mucho para experimentar su efecto, que es fuerte y duradero, y se caracteriza por una completa relajación corporal y una gran euforia. Los fumadores novatos o con poca tolerancia a la marihuana, deberán tomarse esta variedad con calma, ya que es muy probable que acaben pegados al sofá. Y los que necesiten mantenerse motivados y productivos, también deberán alejarse de la K-Train hasta que estén preparados para relajarse y desconectar.

A los consumidores con fines medicinales que sufran de dolores, estrés o depresión, les va a encantar la K-Train. Algunas mujeres también la encuentran beneficiosa para aliviar los cólicos del ciclo menstrual, y cualquier consumidor que padezca de insomnio debería ser capaz de conciliar el sueño después de fumar esta variedad.

Su aroma y sabor con muy complejos. Por lo general, se trata de una fragancia compuesta de notas terrosas, cítricas y frutas de árbol (como manzanas o peras). Algunos fumadores también detectan unos sutiles matices especiados, e incluso a pino.

La K-Train es una índica de rápida floración que alcanza alturas manejables y produce generosas cosechas. En el interior, esta planta tiene una altura mediana y es muy tupida, responde especialmente bien a las técnicas ScrOG y LST, y produce hasta 800g/m². Cuando se cultiva al aire libre crece un poco más, pero sigue conservando su típica estructura índica robusta y con ramas largas, produciendo unos rendimientos que pueden superar los 1000 gramos por planta.

Los cogollos de la K-Train son densos y pesados, típicos de cualquier índica que se precie, y están cubiertos de una gruesa capa de tricomas resinosos. Eso sí, recuerda tomártelo con calma cuando fumes esta hierba.