Durbakistan

Durbakistan: una índica autóctona se encuentra con una sativa sudafricana

Este híbrido es una combinación de dos cepas especiales y únicas: la Durban Poison y la Pakistan Chitral Kush. El perfil genético de esta planta da como resultado la aparición de muchos rasgos que suelen asociarse a las sativas, como plantas altas y esbeltas, y subidones edificantes.

La Durbakistan ha heredado de la Durban Poison sus sabores afrutados, efectos estimulantes y largo tiempo de floración. Por otro lado, la variedad autóctona Pakistan Chitral Kush ha otorgado a la mezcla hermosos tonos púrpuras y notas terrosas.

Aroma, sabor y efectos de la Durbakistan: unas flores muy tentadoras

Sabores a caramelo, aromas azucarados, toques de fresas e incluso zanahorias: la Durbakistan no deja indiferente en cuanto a sabores y aromas. Durante la floración, sus cogollos impregnan la zona de cultivo con increíbles notas terrosas y dulces. Sus colas grandes y aireadas producen unos preciosos tonos púrpuras, especialmente en climas fríos; y la estructura aireada de sus cogollos resulta útil si la cultivas en un entorno con condiciones un poco húmedas.

Fumar o vapear la Durbakistan genera una oleada instantánea de energía y motivación: los efectos estimulantes que esta cepa ejerce sobre el estado de ánimo son perfectos para un día lleno de actividades.

Cultivar la Durbakistan: grandes cosechas de plantas vigorosas

Las sativas no son famosas por dar cosechas rápidas, y los 75-80 días de floración de esta cepa son un ejemplo de ello. Si tienes la virtud de la paciencia, te alegrará saber que la Durbakistan ofrece excelentes cosechas cuando se cultiva bajo condiciones ideales. Las plantas se vuelven bastante altas y desarrollan hojas largas y finas, con una distancia internodal media.