El hachís y los concentrados representan dos maneras de tratar la marihuana totalmente distintas. Una es un proceso con una tradición milenaria en el que se produce una resina espesa y aceitosa que se compacta en forma de pequeños ladrillos. La otra es la versión moderna, en la que se utilizan métodos específicos de extracción a través de tecnología avanzada, para crear derivados diferentes como el shatter, crumble o las ceras.
Independientemente de cuál elijas, ambas tienen algunas características fantásticas en común. Al utilizar grandes cantidades de terpenos, son elaboraciones ricas y aromáticas que dan lugar a una nueva experiencia sensorial cuando se fuman en rig, bong o pipa. Es importante destacar que las dos maneras son mucho más potentes que fumar un porro normal, y son perfectas para aficionados a la marihuana o veteranos experimentados.
Si esta introducción sobre concentrados de marihuana de primera categoría te ha dado ganas de probarlos, las siguientes variedades son perfectas para hacer tu propio hachís o concentrados.
La Gorilla Glue es un clásico estadounidense que se ha convertido en un nombre muy familiar entre los entendidos de la marihuana. La Gorilla Glue (también conocida como GG#4 o Original Glue), fue creada en la Costa Oeste por los criadores profesionales Joesy Whales y Lone Watty, y es un híbrido de dominancia índica con una potencia y una producción de resina casi inigualables.
Como su nombre indica, la Gorilla Glue produce cogollos súper resinosos y pegajosos, por lo que son ideales para la elaboración de hachís y otros concentrados. Sus niveles de THC suelen oscilar entre un 24 y 26% (aunque hay rumores que hablan de fenotipos que han alcanzado el 30% de THC) y sus efectos combinan una relajación corporal profunda con una euforia cerebral estimulante. Por otro lado, los aromas combinan toques de pino con un fuerte sabor a carburante y matices sutiles pero notables de chocolate.
Si quieres hacer hachís dry-sift, bubble hash o concentrados más elaborados como tinturas o aceite de hachís, la Gorilla Glue debe ser sin duda una de tus opciones preferidas, gracias a su excepcional producción de resina.
Puede que el amargor del queso azul no sea lo que más buscas en una variedad de marihuana. Pero una vez que lo pruebes, te engancharás. La Blue Cheese combina lo mejor de la Cheese (una variedad de marihuana única, procedente del Reino Unido y resultado del cruce de genéticas Skunk) y de la famosa Blueberry de DJ Short (creada en Oregón), así que no es de extrañar que se haya vuelto tan famosa.
La Blue Cheese es un híbrido con un 60% de dominancia índica, con efectos muy bien equilibrados que combinan una relajación profunda y una concentración lúcida. Aunque hay quienes adoran fumar la Blue Cheese para relajarse después de un largo día, muchas personas también la disfrutan cuando necesitan calmarse y concentrarse (ya sea para estudiar, componer o trabajar tranquilamente).
Gracias a su alta producción de resina, la Blue Cheese es una gran variedad para hacer rosin, hachís u otro tipo de concentrados en casa. Aunque los diferentes fenotipos producen resultados diferentes, una variedad estable de Blue Cheese debería producir fácilmente una buena cantidad de cogollos para hacer hachís. Para conservar su delicado aroma (que combina notas de frutos del bosque dulces con matices a queso y de Skunk), recomendamos utilizar la Blue Cheese para hacer bubble hash o hachís con agua helada.
Pocas cepas han tenido un impacto tan profundo en la genética de la marihuana como la White Widow. Aunque sus orígenes están rodeados de misterio, mucha gente atribuye la creación de la White Widow a Shantibaba, responsable del equipo de cría de Green House Seed en Ámsterdam. Hay quienes han rastreado el linaje de la White Widow hasta llegar a dos cepas autóctonas (una sativa brasileña y una índica india), pero estas afirmaciones nunca han sido confirmadas ni negadas.
Independientemente de cómo surgió, en estos momentos la White Widow está considerada un verdadero clásico. Puedes encontrarla en cualquier coffeeshop decente de los Países Bajos y en todos los dispensarios de Europa, Estados Unidos y Canadá. Tiene un aroma dulce que combina notas de pino con matices especiados, y ejerce un subidón estimulante y vigorizante, así que es normal que esta variedad se haya vuelto tan popular. Produce cogollos grandes y densos con un color casi verde pálido, debido a su gruesa y escarchada capa de tricomas, y produce cosechas realmente grandes para hacer una buena tanda de hachís.
La White Widow puede producir unos 400-500g/m² en interior y hasta 500g por planta en exterior, lo que la convierte en una opción ideal para cultivadores que necesitan mucha hierba para hacer hachís.
Aunque esta lista recopila un montón de variedades de marihuana clásicas, pocas cepas están a la altura de la reputación de la Amnesia Haze. Este portento de THC, muy bien atesorado tanto por los coffeeshops holandeses como por los criadores estadounidenses, es apreciado por su efecto eufórico y edificante, aromas deliciosos y cosechas excepcionales. Contiene niveles de THC del 23% y produce un subidón psicodélico y embriagador que puede durar horas.
Las flores de la Amnesia Haze, recubiertas de una capa fina, pegajosa y brillante de tricomas, ofrecen cosechas excepcionales, ideales para hacer hachís u otros concentrados. Además, su rico aroma, que combina cítricos dulces con un fondo de especias que recuerdan al clavo, cardamomo y canela, la convierte en una experiencia deliciosa para fumar. Aunque ofrece excelentes resultados con diferentes métodos de procesamiento, aconsejamos utilizar la Amnesia Haze en una prensa para rosin para preservar toda su potencia, sabor y aroma.
Dada su genética de dominancia sativa, las plantas de la Amnesia Haze pueden crecer hasta convertirse en ejemplares imponentes (siempre y cuando cuente con suficiente espacio, por supuesto). Por tanto, esta variedad se cultiva mejor al aire libre, donde las plantas pueden estirarse a sus anchas y, a su vez, producir cosechas increíblemente abundantes.
La Chem Dawg (o Chemdawg) es un híbrido de dominancia índica procedente de los EE.UU. Aunque su origen exacto no está confirmado, se rumorea que la Chem Dawg fue creada a partir de un puñado de semillas de bolsa de una variedad llamada Dog Bud, en la década de los 90.
No podemos confirmar esta leyenda cannábica, pero sí podemos confirmar que la Chem Dawg se ha convertido rápidamente en una de las favoritas entre los híbridos estadounidenses. Ofrece niveles elevados de THC (de hasta un 24%) y produce efectos potentes y duraderos que calman el cuerpo y la mente, al mismo tiempo que produce una sensación de euforia y estimulación creativa. En dosis más altas, los efectos de la Chem Dawg son cada vez más relajantes, así que recuerda dosificarla correctamente si no quieres experimentar un apalanque.
Los aromas de la Chem Dawg combinan fuertes notas de combustible, frutas ácidas, cítricos y pino. Una vez cosechada, secada y curada, esta variedad te recompensa con cogollos muy resinosos, súper pegajosos y perfectos para la elaboración de diferentes tipos de hachís.
No te dejes intimidar por su nombre. La Chernobyl es una gran variedad híbrida realmente valiosa para muchos consumidores y cultivadores de marihuana de todo el mundo.
La Chernobyl presenta una ligera dominancia sativa (60%) y combina la genética de tres cepas diferentes: la Train Wreck, un híbrido clonado criado en Arcata California, la Trinity, una variedad poco común que se cree que fue criada a partir del cruce entre la Purple Kush y la Kalifornien, y la Jack The Ripper, una súper sativa apreciada por sus efectos cerebrales y estimulantes.
A pesar de su nombre aterrador, la Chernobyl es una hierba muy agradable. Produce un subidón potente y duradero que es muy relajante, genial para desconectar en casa un domingo o después de un largo día en la oficina.
Aunque sus niveles de THC varían según el fenotipo y la forma de cultivo, la Chernobyl es muy resinosa y potente. Su aroma es muy tentador, ya que combina matices dulces de lima con toques de otras frutas, como frutos del bosque, frutas tropicales como el mango y la guayaba, y algunos matices herbales muy sutiles.
La Royal Gorilla es una versión única de la Gorilla Glue, creada originalmente por el banco de semillas líder en Europa, Royal Queen Seeds. Es un híbrido al 50% perfectamente equilibrado, lo que significa que combina lo mejor de la genética índica y sativa como herencia de sus cepas ascendientes.
El equipo de cría profesional de RQS creó la Royal Gorilla combinando las cepas Sour Dubb, Chem's Sister y Chocolate Diesel. El resultado es una variedad muy potente capaz de producir grandes cogollos con hasta un 27% de THC y que crece bien tanto en exterior como en interior.
Los efectos de la Royal Gorilla son muy físicos. Sus efectos inmediatos son estimulantes y creativos, pero desaparecen rápidamente para dar paso a un colocón corporal profundamente relajante. A medida que progresan los efectos de la Royal Gorrilla tienden a volverse cada vez más sedantes, y muchas veces terminan en un profundo apalanque, así que es mejor reservar esta hierba para las noches o los fines de semana, cuando puedes relajarte realmente.
La Royal Gorilla es una gran cepa para hacer hachís simplemente por su gran productividad. Si se cultiva bajo condiciones ideales, la Royal Gorilla puede producir hasta 550g/m² en interior y 600g por planta en exterior. Con cosechas tan grandes y rápidas (el plazo de floración es de tan solo 8-9 semanas), cultivar unas cuantas semillas de la Royal Gorilla te recompensará con suficiente hierba para abastecerte de deliciosas flores y producir concentrados asombrosos.
La Ice es una variedad índica casi pura. Su nombre le viene de la resina espesa y pegajosa que cubre sus flores, y es famosa por sus potentes efectos y características de índica. En la actualidad, hay varios bancos de semillas que ofrecen su propia versión de la Ice, incluidos Royal Queen Seeds, Nirvana y Female Seeds.
El linaje de la Ice se remonta a tres genéticas famosas en todo el mundo: Skunk, Northern Lights y Afghani. Gracias a esta combinación única, la Ice es extremadamente fuerte y resistente a las plagas, crece bien en una amplia gama de climas y tipos de cultivo de interior (incluida la hidroponía). Esta cepa también produce cosechas excepcionales.
Dada su dominancia índica, la Ice desarrolla cogollos gordos y densos con una capa gruesa de tricomas. Los aromas recuerdan a sus cepas ascendientes, combinando el olor característico de la Skunk con matices de tierra, pino y especias.
Con un 18% de THC, la Ice no es la cepa más potente de esta lista. Sin embargo, no te dejes engañar por esto. Después de unas pocas caladas, te induce una relajación corporal profunda y hormigueante. Prepárate también para experimentar rápidamente ataques de risas y munchies, y un fuerte deseo de acurrucarte en el sofá o en la cama.
La Sherbet Queen es otra variedad de dominancia índica (80% índica y 20% sativa) creada por los expertos de Royal Queen Seeds. Cuenta con increíbles aromas y sabores afrutados, un alto nivel de THC y efectos bien equilibrados, siendo una opción ideal para hacer hachís o concentrados deliciosos.
La Sherbet Queen es el resultado del cruce entre la Pink Panties, una peculiar variedad Kush, y la Sunset Sherbet (que combina genéticas Girl Scout Cookies y Pink Panties). Crece muy bien y florece en aproximadamente 8-9 semanas, produciendo grandes cogollos que desprenden un rico aroma, en el que se combinan notas de pino con toques notables de fruta dulce y cítricos. Si vas a hacer hachís con la Sherbet Queen, prueba con un método de procesamiento en frío, para ayudar a preservar su increíble aroma.
Una vez secos y curados, los cogollos de la Sherbet Queen suelen producir aproximadamente un 18-20% de THC, dependiendo de cómo se hayan cultivado. La Sherbet Queen produce un colocón corporal relajante y duradero y una sutil sensación cerebral eufórica que te levanta el estado de ánimo y tu interés por el cine, la música, la escritura o incluso los estudios.
Gracias a sus impresionantes cosechas y su alta producción de resina, la Sherbet Queen es perfecta para la producción de dry-sift, bubble hash y rosin.
Por último, pero no por ello menos importante, en esta lista de cepas perfectas para hacer hachís está la Hash Bomb. Creada por el equipo de profesionales de cría de Bomb Seeds, ¡no podíamos olvidarnos de esta variedad tan especial!
La Hash Bomb es un híbrido de dominancia índica, que combina la genética de un fenotipo único de la Amsterdam Skunk, una Hash Plant y la Bomb #1. Cuando su hierba ya está seca desprende un aroma muy intenso, especiado, herbal y algo terroso, que combina toques de canela, clavo, pimienta negra y cardamomo con matices mentolados.
La Hash Bomb produce aproximadamente un 15-20% de THC y, a diferencia de todas las demás cepas de esta lista, una gran cantidad de CBD. Sus efectos, por tanto, son bastante singulares. Prepárate para un colocón corporal duradero combinado con lucidez mental, ideal para relajarte o disfrutar antes de irte a la cama.
La Hash Bomb florece en tan solo 6-8 semanas, por lo que es el tiempo de floración más rápido de esta lista, y crece hasta alcanzar unos 90-140cm de altura en interior. Las plantas de exterior crecen mucho más y también producen cosechas más grandes por planta. Como su nombre indica, si buscas una gran variedad para hacer tu propio hachís, ¡esta es la tuya!
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