Con nuestras guías para principiantes hemos conseguido que cultivar marihuana de alta calidad sea muy fácil. Aprende todo lo que necesitas saber para cultivar marihuana por primera vez, el diagnóstico de problemas y cómo configurar cultivos de interior o exterior.
Las plántulas de marihuana son sorprendentemente robustas, y generalmente se cuidan solas si crecen en un entorno adecuado con suficiente espacio. Aun así, en la fase de plántula pueden surgir problemas y tendrás que saber cómo remediarlos. En este artículo te explicamos ocho problemas habituales de las plántulas y cómo solucionarlos o prevenirlos.
Cultivar tus propias plantas de cannabis no es difícil, pero si quieres obtener buenos resultados, es aconsejable informarte primero. Deberás saber qué necesitan las plantas para convertirse en ejemplares sanos y maduros que produzcan grandes cantidades de cogollos aromáticos. Para poder dar a tus plantas lo que necesitan, primero tienes que prepararte.
El cannabis es una planta, y al igual que cualquier planta, necesita 4 elementos fundamentales para prosperar.
Si puedes proporcionarles todo esto, las probabilidades de obtener plantas sanas y fuertes con buenas cosechas son sumamente altas.
Veamos cada uno de estos elementos:
La luz es esencial para la fotosíntesis, la función más importante de las plantas. La luz del sol (o artificial) les proporciona el combustible necesario para crecer, absorber nutrientes y, lo más importante, desarrollar cogollos. El espectro de la luz y la duración de la exposición deben regularse para la etapa vegetativa y de floración. Los cultivadores de cannabis suelen decir que 'más luz = más cogollos'.
El agua es un elemento vital para casi todos los organismos del planeta tierra. Si deseas mantener tus plantas en buena forma, deberás saber cómo, cuándo y cuánto regarlas. La cantidad y la frecuencia del riego dependerán de los genes que utilices, el método de cultivo, el clima y, por supuesto, el tamaño de la planta.
Además de luz y agua, las plantas de cannabis necesitan nutrientes. Si vas a una grow shop y te fijas en los botes de fertilizantes "todo en uno", verás la siguiente combinación de 3 letras: N-P-K. Esto representa la proporción de nitrógeno (N), Fósforo (P) y potasio (K), los 3 elementos que necesitan en grandes cantidades las plantas de cannabis. Los fertilizantes pueden ser orgánicos o sintéticos.
Para quienes cultiven cannabis en el exterior, el aire fresco es muy fácil de obtener. Pero si lo vas a hacer en el interior, tendrás que proporcionar a tus plantas una circulación de aire adecuada. Las plantas utilizan el dióxido de carbono del aire para generar alimento y azúcares. Y el oxígeno para la respiración (descomponiendo el alimento para producir energía).
Además de los 4 elementos mencionados, deberás tener en cuenta otros aspectos. Originalmente, el cannabis crece en zonas tropicales y subtropicales. Esto implica que está acostumbrado a ciertas condiciones, como una temperatura cálida, un 40-60% de humedad, y un medio de cultivo con un nivel específico de pH.
Antes de empezar a cultivar, deberás tomar ciertas decisiones. Las 2 preguntas más importantes que tendrás que hacerte son:
Para el verdadero entusiasta del cannabis, no hay nada más hermoso que ver una planta de marihuana sana disfrutando del sol durante un verano cálido y agradable. El cultivador de exterior que tenga la suerte de vivir en el lugar adecuado no necesitará mucho más. Las plantas pueden crecer en el suelo o en un tiesto grande con tierra. Es recomendable tener a mano fertilizantes y agua extra, pero en principio, la naturaleza hará el resto del trabajo.
Lamentablemente, no todo el mundo ha sido bendecido con un especio vital adecuado para las plantas de cannabis. Además, muchas personas no pueden cultivar hierba en el exterior por motivos legales, y deben hacerlo de forma discreta. Por suerte, la marihuana es una planta que también se puede cultivar en el interior. Pero supone más trabajo para quien lo haga.
Se necesita un cuarto de cultivo con las condiciones idóneas para que el cannabis crezca y prospere. Es decir, una habitación cerrada con la temperatura, humedad y aire fresco adecuados, y un sistema de iluminación avanzado (con luces HID o LED). Si quieres deshacerte del olor (y la mayoría de cultivadores de interior quieren), tendrás que incorporar un filtro de carbono al extractor.
Hay, literalmente, miles de variedades distintas de marihuana. Cada una de ellas con sus propios rasgos. Por lo que es importante ahondar previamente en este aspecto. Escoger la variedad adecuada es un proceso muy importante para el cultivador casero, ya que evitará decepciones más adelante.
¿Quieres obtener el clásico colocón corporal índica o la sensación eufórica de una sativa pura? ¿O tal vez una combinación de ambos efectos? ¿Qué olor y sabor te gustan más? ¿Rica en THC o en CBD? ¿Dispones de mucho tiempo o prefieres una variedad que se coseche rápido?
En nuestra base de datos encontrarás más de 1.500 variedades de cannabis en orden alfabético. Cada variedad viene acompañada de una descripción, imágenes, y una lista de rasgos característicos. Gracias a las reseñas, también podrás hacerte una idea de la opinión de terceros.
Para facilitar tu búsqueda, tenemos un Salón de la Fama con todas las variedades clásicas y de mejor rendimiento que nos han proporcionado la extraordinaria diversidad de genes que tenemos a nuestra disposición. En la categoría de Listas Top 10, encontrarás las 10 mejores variedades con una característica particular. Esta amplia gama de genes se debe a los numerosos criadores y bancos de semillas de todo el mundo. En nuestra base de datos figuran más de 100 variedades.
Si buscas una variedad con uno o más rasgos específicos, consulta nuestro Buscador de variedades. Con el Buscador de variedades podrás encontrar rápidamente la variedad perfecta para ti.
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