Cómo calcular la dosis de THC de los comestibles de cannabis


Cómo calcular la dosis de THC de los comestibles de cannabis
Steven Voser

¿Estás a punto de zamparte unos brownies o galletas de marihuana? Lee este artículo primero para aprender a dosificarlos correctamente y disfrutar de una experiencia agradable y positiva.

Mucha gente ha tenido malas experiencias con los comestibles de marihuana, o conoce a alguien que las ha tenido. Debido a su exclusiva forma de introducir los cannabinoides en el cuerpo, los comestibles pueden causar efectos intensos y duraderos que pueden resultar agobiantes para algunas personas. Por tanto, para disfrutar de una experiencia agradable es fundamental dosificarlos correctamente.

En este artículo, analizamos en detalle la dosificación de los comestibles de cannabis y explicamos por qué producen un efecto mucho más potente que la marihuana fumada o vapeada.

Dosificación de los comestibles de cannabis

Cómo calcular la dosis de thc de los comestibles de cannabis

Antes de profundizar en los detalles técnicos de la dosificación de los comestibles, resulta de ayuda conocer los distintos rangos de las dosis y los efectos que pueden causar.

Las dosis de comestibles se miden en miligramos (mg) de tetrahidrocannabinol (THC). En la mayoría de los mercados legales de cannabis, una dosis estándar suele contener unos 10mg de THC, pero esto puede variar según la región. A continuación se muestran los rangos de dosis de los comestibles (micro, baja, moderada, alta, aguda y macro) y los efectos que pueden provocar:

  • Microdosis (1-2,5mg): las microdosis de THC no causan colocón, pero pueden provocar efectos holísticos que calman ligeramente el cuerpo y la mente. Las microdosis son populares entre los consumidores de cannabis con fines medicinales que buscan aliviar los síntomas durante su jornada laboral, así como entre los consumidores con fines recreativos que prefieren experimentar un estímulo suave.
  • Dosis baja (3-5mg): las dosis bajas de comestibles pueden causar sensación de colocón en quienes tienen poca experiencia con el cannabis o una tolerancia baja al THC. Si es la primera vez que consumes marihuana, una dosis de 3-5mg podría relajarte y animarte, provocarte risas o hacer que te sientas más sociable (dependiendo de la variedad). En cambio, los consumidores de cannabis más curtidos y con mayor tolerancia al THC experimentarán, como mucho, un ligero subidón. Los pacientes medicinales suelen encontrar útiles las dosis de 3-5mg, dado que les ayudan a combatir los síntomas y solo producen un leve efecto embriagador.
  • Dosis estándar (10-15mg): este rango suele ser el punto de partida ideal para consumidores con experiencia, ya que produce un colocón muy apreciable. Los novatos podrían encontrar estas dosis agobiantes debido a la duración e intensidad de los efectos, por lo que se recomienda que empiecen con unas dosis más bajas.
  • Dosis alta (20-30mg): los comestibles con dosis altas de THC se recomiendan únicamente para quienes ya estén acostumbrados al THC y tengan una mayor tolerancia a sus efectos. Estas dosis no son adecuadas para novatos, ya que producen efectos intensos que pueden causar una fuerte euforia, una profunda sedación física, cambios en la percepción, etc. Los consumidores de cannabis con fines medicinales que padezcan enfermedades crónicas pueden tomar estas dosis para hacer frente a todo tipo de síntomas; si crees que podrías beneficiarte de los comestibles con dosis altas, habla con tu médico.
  • Dosis aguda (50-100mg): estas dosis suelen reservarse para los consumidores de uso medicinal afectados por síntomas y enfermedades graves. En estas concentraciones tan altas, el THC puede provocar un efecto de larga duración que podría influir en las emociones y la salud mental de los consumidores sin experiencia y de las personas con problemas mentales. Consulta siempre con un médico antes de tomar este tipo de dosis.
  • Macrodosis (100-500mg): esta dosis son solo adecuadas para los consumidores terapéuticos que tienen problemas para absorber el THC. Las macrodosis no deben consumirse con fines recreativos, ya que pueden causar efectos secundarios muy desagradables.

Un apunte sobre los riesgos de las dosis altas de THC

En el anterior apartado hemos visto las dosis elevadas de THC que pueden contener los comestibles. Pero es importante entender que aunque estos productos se pueden comprar legalmente en algunos países, o preparar en casa, conllevan ciertos riesgos importantes. El THC se considera desde hace tiempo una sustancia segura y no adictiva, lo cual es cierto hasta cierto punto (siempre y cuando se consuma de forma responsable). Pero a medida que descubrimos más sobre el cannabis y sus compuestos activos, también aprendemos más sobre sus riesgos, que son más graves cuando se consume en dosis elevadas.

El THC puede provocar efectos secundarios desagradables, como náuseas, vómitos, ansiedad, paranoia o sedación, y aunque estos efectos pueden resultar bastante molestos, por lo general no suelen ser peligrosos ni de larga duración. Sin embargo, en dosis especialmente elevadas, el THC puede causar efectos secundarios más graves en personas con poca tolerancia y con predisposición a padecer problemas de salud mental, así como en los jóvenes (especialmente los adolescentes). Algunos de los peores efectos del THC incluyen psicosis, dificultades de aprendizaje, adicción y deterioro del desarrollo cerebral¹.

Tanto si preparas tus propios comestibles como si los compras en un coffeeshop, club de cannabis u otro proveedor de marihuana, es importante que conozcas los riesgos de consumir hierba de alta potencia y que dosifiques bien tus comestibles.

La importancia de calcular las dosis de los comestibles

Un apunte sobre los riesgos de las dosis altas de thc

A la hora de consumir marihuana, siempre es importante dosificarla adecuadamente. Esto es especialmente fundamental en el caso de los comestibles, ya que suelen tardar más en hacer efecto y producen un colocón mucho más intenso y prolongado.

Cuando fumas o vapeas cannabis, el humo o vapor inhalado administra delta-9-THC a los pulmones, desde donde pasa directamente al torrente sanguíneo y es transportado a los receptores cannabinoides de todo el cuerpo. Normalmente, los efectos se empiezan a sentir en cuestión de segundos o minutos después de inhalar, y alcanzan su punto máximo al cabo de una media hora. Dependiendo de la dosis y del grado de tolerancia al cannabis, el colocón de fumar un porro o vapear puede durar hasta 2-3 horas.

En cambio, cuando ingieres un comestible, el delta-9-THC debe atravesar el aparato digestivo, donde se absorbe mucho más despacio, por lo que puede tardar entre 30 y 90 minutos en hacer efecto. Una vez absorbido, parte del delta-9-THC del comestible pasará al torrente sanguíneo, pero la mayor parte será metabolizada en el hígado y se transformará en 11-OH-THC (una variante del THC que atraviesa la barrera hematoencefálica con mucha más facilidad que el delta-9 THC, y que es mucho más potente).

Por tanto, si tomas un comestible con 10mg de THC experimentarás un colocón mucho más fuerte que si fumas 10mg de THC en un porro o bong. Además, los efectos de los comestibles alcanzan su punto máximo al cabo de unas 2 horas, y pueden durar un total de 6-12 horas, dependiendo de la dosis y de tu nivel de tolerancia al THC.

Dada la intensidad del subidón de los comestibles, para garantizar una experiencia agradable es importante conocer la dosis de THC de un brownie o un pastelito de marihuana, antes de consumirlos. Los efectos de los comestibles pueden resultar muy interesantes para los consumidores de uso recreativo y proporcionar cierto alivio a los consumidores de uso medicinal. Sin embargo, para quienes no tengan experiencia o tomen un comestible accidentalmente o sin saber que contiene cannabis, el colocón puede ser muy desagradable y agobiante.

La potencia de los comestibles puede variar enormemente

Si tienes la suerte de vivir en un lugar donde la marihuana es legal, probablemente podrás conseguir comestibles cuyas etiquetas indiquen claramente la cantidad de cannabinoides que contienen, así como las pautas de dosificación. Como hemos mencionado, en la mayoría de mercados legales se considera que 10mg de THC es una dosis estándar para los comestibles. Pero, en ocasiones, los dispensarios y otros distribuidores venden packs de comestibles con múltiples dosis. Por ejemplo, en California y Colorado es habitual que los comestibles comerciales contengan hasta 100mg de THC, divididos en varias dosis.

Sin embargo, si vives en un país donde no hay un mercado regulado, no podrás permitirte este lujo. En esta situación, deberás comprar tus comestibles a un proveedor (con suerte) de confianza o prepararlos en casa, en cuyo caso tendrás que calcular la potencia del producto final, siempre y cuando conozcas el contenido exacto de THC de los cogollos que vas a usar (más información abajo).

Dosificación de los comestibles de marihuana: principales factores a considerar

La potencia de los comestibles puede variar enormemente

Ahora que ya sabes cómo funcionan los comestibles, vamos a ver cómo se calcula la dosis adecuada. Por lo general, para determinar tu dosis ideal debes tener en cuenta los siguientes factores.

Tu cuerpo y tu grado de tolerancia al THC

Tu peso corporal, tu metabolismo, si has comido previamente o no, y tu grado de tolerancia al THC son factores que pueden influir mucho en tu experiencia con los comestibles. En lugar de tomar un comestible con 10mg de THC porque es lo que se considera una dosis estándar en los mercados legales, es recomendable que tengas en cuenta las características de tu cuerpo y ajustes la dosis en consecuencia.

Si, por ejemplo, es la primera vez que tomas comestibles, siempre aconsejamos empezar con una microdosis o una dosis baja (1-5mg de THC), observar cómo te sientes al cabo de 90 minutos, y si lo consideras necesario, tomar una segunda dosis. Lo mismo se aplica a quienes ya han probado los comestibles y saben que tienen un metabolismo rápido y que son un poco más sensibles a sus efectos.

Recuerda que siempre puedes tomar más THC, pero una vez que ya esté en tu cuerpo, no podrás reducir la dosis; lo único que podrás hacer es esperar a que pasen los efectos.

Tu estado mental

Aunque el cannabis suele considerarse una sustancia segura y no adictiva, existe una clara relación entre su consumo y problemas de salud mental en algunas personas. Lamentablemente, todavía no conocemos las consecuencias exactas de este vínculo, pero existen pruebas sólidas que indican que el consumo de hierba puede afectar al desarrollo del cerebro en los jóvenes, y que podría estar relacionado con trastornos como la ansiedad y la depresión.

Las investigaciones también demuestran que la marihuana (especialmente de alta potencia, ya sea en forma de comestibles, concentrados o cogollos) puede provocar psicosis en algunas personas. A la vez que aumenta la potencia del cannabis y sus derivados, también lo hace el riesgo de desarrollar dependencia o adicción al THC¹.

Si te preocupa tu salud mental, consulta siempre con un médico antes de probar sustancias como el cannabis, especialmente si se trata de productos tan potentes como los comestibles.

El entorno

Tanto el entorno como tu estado mental pueden influir profundamente en tu experiencia con las drogas. Si estás pensando en tomar comestibles, y especialmente si es tu primera vez, es buena idea hacerlo en un lugar agradable y seguro en el que te encuentres a gusto, como en casa, en la naturaleza o con amigos íntimos. Si consumes con fines recreativos, tómate tu tiempo para preparar un entorno acogedor donde puedas disfrutar realmente de los efectos del brownie o la galleta de marihuana que vas a comer.

En cambio, si consumes cannabis con fines medicinales y necesitas alivio durante todo el día, piensa en cómo podría afecta el entorno a tu experiencia y ajusta la dosis en consecuencia. Por ejemplo, si quieres tomar un comestible antes de o durante tu jornada laboral, considera la opción de consumir una dosis inferior a la habitual, con la que aún puedas aliviar tus síntomas pero sin sentir un colocón que te impida cumplir con tus responsabilidades.

El tipo de comestibles (caseros o comerciales)

La mayoría de los mercados legales de cannabis están tomando medidas para garantizar que los comestibles de los coffeeshops y otros vendedores sean de gran calidad. Muchos de estos mercados cuentan con unas normativas muy estrictas para el etiquetado de los comestibles, lo que facilita que los consumidores puedan controlar sus dosis.

Pero los comestibles caseros son una historia completamente distinta. Salvo que puedas comprar cogollos cuyo contenido de THC se haya analizado y etiquetado correctamente, no podrás saber cuánto THC contienen los comestibles que prepares. Su potencia también dependerá de la eficacia con que descarboxiles la hierba y la añadas a tu mantequilla/aceite de marihuana. Todos estos factores hacen que los comestibles caseros sean muy difíciles de dosificar adecuadamente.

Por lo general, si tomas comestibles caseros como brownies o galletas, te recomendamos hacerlo con moderación. Prueba a comerte la mitad de una ración normal y espera 90 minutos para comprobar cómo te sientes. Recuerda que siempre puedes aumentar la dosis, pero no reducirla una vez ingerida. A continuación, veremos cómo calcular la dosis de los comestibles caseros de marihuana; no será la dosis ideal, pero se acercará bastante.

Cómo calcular la dosis de THC de los comestibles

El tipo de comestibles (caseros o comerciales)

Saber cuánto THC contienen tus comestibles caseros es complicado, y solo es posible si conoces el contenido de THC de los cogollos o el extracto que vas a usar para prepararlos. Sin esta información, es imposible dosificarlos correctamente.

Para determinar la dosis de cualquier receta de comestibles, utiliza la siguiente fórmula:

nº de raciones × 10mg (dosis estándar de THC) = cantidad total de THC que debes usar

Si, por ejemplo, vas a hacer una receta para 16 brownies, la fórmula quedaría así:

16 × 10mg = 160mg

Para saber cuánto THC contiene tu hierba, simplemente multiplica el porcentaje de THC de tus cogollos (como valor decimal) por 1000. Esto te informará de cuántos miligramos de THC hay en 1g de cogollo. Por ejemplo, si los cogollos contienen un 16% de THC, la fórmula sería la siguiente:

0,16 (% de THC) × 1000mg (1g de marihuana) = 160mg

De este modo, podrás calcular cuántos gramos de marihuana necesitas para preparar una receta en función del número de raciones resultantes.

Si es la primera vez que haces comestibles, la forma más sencilla de controlar la dosis es buscando primero una receta para el tipo de comestible que quieras preparar. Los brownies son un excelente punto de partida, ya que son fáciles de hacer y están riquísimos. Cuando encuentres una buena receta de brownies, fíjate en el número de raciones que se obtienen y multiplícalo por 10 para saber cuántos mg de THC debes usar. Supongamos que la receta es para 16 raciones; tendrás que usar 160-240mg de THC para obtener 16 dosis estándar (es decir, 10-15mg por ración).

Lo siguiente que debes hacer es conseguir la hierba. Si vives en una zona donde la marihuana es legal, te será tan fácil como acudir a un club de cannabis o una farmacia. Asegúrate de que la etiqueta del producto que compres indique claramente el contenido de cannabinoides, ya que necesitarás esta información para saber cuánta hierba usar en la receta. Siguiendo con el ejemplo anterior, si tu hierba contiene un 16% de THC, tendrás que añadir 1-1,5g de cogollos a una receta para 16 raciones.

Una vez que hayas descarboxilado la hierba (un paso fundamental para convertir el THCA en THC), úsala para hacer la mantequilla/aceite que utilizarás en tu receta. Ten en cuenta que preparar mantequilla de marihuana lleva tiempo, y que normalmente perderás alrededor de un 25% de la misma debido a la evaporación, así que es conveniente usar 1,25 veces la cantidad de mantequilla que indica la receta.

Consejos para tomar una dosis adecuada de comestibles

El tipo de comestibles (caseros o comerciales)

Ahora que ya sabes cómo funcionan los comestibles en el cuerpo y cómo dosificarlos, aquí tienes unos consejos para disfrutar de una experiencia divertida y segura:

  • Utiliza ingredientes de calidad: el éxito de tus comestibles dependerá de la calidad de los ingredientes. Esto se aplica tanto al cannabis (siempre recomendamos usar marihuana de cultivo ecológico que incluya información fiable sobre su contenido de cannabinoides) como al resto de ingredientes.
  • Mézclalo todo bien: para asegurarte de que todas las raciones tengan la misma potencia, combina bien la mantequilla/aceite de marihuana con los demás ingredientes, y distribuye la mezcla uniformemente en la bandeja de hornear o en el recipiente que uses para cocinar.
  • Pesa la marihuana con exactitud, así como el resto de ingredientes.
  • Divide los comestibles en partes iguales: cuando por fin llegue el momento de probar los comestibles, procura dividirlos en raciones iguales. La forma más precisa de hacerlo es pesar las raciones con una balanza de cocina.
  • Empieza con una dosis pequeña y ve aumentándola gradualmente si es necesario: esta es, sin duda, la regla más importante para disfrutar de una experiencia agradable con los comestibles. En el caso de que los efectos te resulten excesivos, aquí tienes unos consejos para que vuelvas a bajar a la Tierra.

Calcular las dosis de THC de los comestibles caseros no es una ciencia exacta

El tipo de comestibles (caseros o comerciales)

Los comestibles ofrecen una forma única de disfrutar del cannabis. Debido a que el THC llega al torrente sanguíneo a través del aparato digestivo y el hígado, los comestibles producen efectos intensos y de larga duración que son muy apreciados tanto por los consumidores de uso recreativo como medicinal. Pero, para disfrutar de una experiencia agradable y segura, es fundamental dosificarlos correctamente.

Referencias:

Stuyt E. The Problem with the Current High Potency THC Marijuana from the Perspective of an Addiction Psychiatrist. Mo Med. 2018 Nov-Dec;115(6):482-486. PMID: 30643324; PMCID: PMC6312155. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6312155/

Steven Voser
Steven Voser

Steven es un veterano del periodismo del cannabis que ha profundizado en todos los aspectos de la planta. Está especialmente interesado en la cultura cannábica, la nueva ciencia de la marihuana, y su influencia en el panorama legal de todo el mundo.