Cómo forzar la floración en plantas de exterior
En algunas regiones, forzar las plantas de marihuana a florecer puede marcar la diferencia a la hora de la cosecha. Lee más en CannaConnection.
Por diversas razones, forzar la floración puede ser interesante para cultivadores de marihuana que viven en zonas frías, calurosas o ciudades con contaminación lumínica. Forzar las plantas a entrar en la etapa de floración puede suponer la diferencia entre una cosecha exitosa o un fracaso. Además, normalmente conseguirá mayores producciones.
Con la excepción de las cepas autoflorecientes, las plantas de cannabis no suelen empezar la floración hasta agosto/septiembre, cuando los ciclos de luz natural empiezan a reducirse. En los climas fríos del centro y el norte de Europa, el tiempo suele volverse más frío y húmedo rápidamente hacia finales de septiembre y octubre.
Con la excepción de algunas zonas costeras del Mediterráneo, las temperaturas y humedades de la mayor parte de Europa pueden reducir drásticamente la calidad y cantidad de las cosechas de gran parte de las variedades de marihuana. En los peores casos, esos cogollos tan ansiados se pueden arruinar por completo. Por eso, en muchas partes del mundo, los cultivadores más avispados empiezan a forzar la floración de sus plantas a mediados de junio o principios de julio.
GARANTIZAR BUENAS COSECHAS EN CLIMAS FRÍOS
La clave para cosechas abundantes en regiones frías es asegurarse de que las plantas comienzan a florecer a tiempo para completar su ciclo de vida antes de la llegada del invierno. Aparte de las temperaturas, en regiones septentrionales, la luz solar es débil y dura pocas horas a finales de otoño, afectando negativamente a los cultivos de exterior o de invernadero.
Para obligar a la planta a anticipar el comienzo natural de su floración, el cultivador deberá reducir artificialmente las horas de exposición a la luz antes de tiempo. Las hormonas de las plantas reaccionarán a los días más cortos, parando su fase de crecimiento y desencadenando una floración temprana, por lo que nos aseguramos de que haya madurado cuando el otoño se asome.
Una floración anticipada no sólo evita que las temperaturas bajas reduzcan o incluso arruinen una buena cosecha. En climas fríos, la diferencia de temperatura e intensidad lumínica entre finales de verano, cuando las plantas de cannabis empiezan a florecer naturalmente, y comienzos de verano es muy significativa. Adelantar la fase de floración permite que los cogollos maduren bajo un sol más cálido durante más tiempo, dando lugar a flores más grandes, densas y resinosas.
Junto con la técnica de floración forzada, comenzar el cultivo en interior es una práctica recomendada en diversas condiciones climáticas, pero se convierte en obligatorio en regiones con primaveras de temperaturas bajas. El cultivador puede sembrar en febrero o marzo, según el clima local, y forzar su floración estratégicamente para tener las cosechas listas en junio.
COSECHA PERPETUA EN CLIMAS CÁLIDOS
La floración anticipada también puede ser útil para conseguir varias cosechas al año en climas suaves y vivir en una situación de "cosecha perpetua", donde se pueden conseguir varios ciclos por temporada, simplemente privando a las plantas de luz. La primera cosecha del año sería en junio, si se germinan las plántulas en febrero o marzo.
Las sucesivas cosechas se recogerán desde finales de verano hasta que acabe el otoño, induciendo la floración en unas pocas plantas cada 7-10 días. En algunas regiones templadas del Mediterráneo, el clima permite dos o tres cosechas al año, aunque pudieran obtenerse plantas más pequeñas.
CÓMO INSTALAR UN SISTEMA DE PRIVACIÓN DE LUZ
Un sistema de floración forzada necesita una cubierta para el cultivo, hecha de un material que la luz no pueda atravesar. La parte complicada es permitir el mayor flujo de aire fresco posible alrededor del área de cultivo. Se pueden cubrir unas cuantas plantas con cualquier tipo de material opaco pero transpirable, unido a una estructura de madera ligera. Esta estructura deberá colocarse sobre las plantas todas las tardes a la misma hora, para asegurarnos de que no reciben más de 12 horas de luz al día durante esta floración forzada.
Cajas de cartón, cortinas para estudios de fotografía o tiendas de campaña son buenos materiales para construir un sistema de floración forzada. Para facilitar la rutina diaria se pueden colgar estos recubrimientos utilizando cables y poleas. Esto es especialmente útil para plantaciones medianas y grandes, donde el sistema de oscuridad podría incluso automatizarse.
El mismo tipo de estructuras y cortinas se pueden usar en plantaciones de interior o exterior, en terrazas, o invernaderos en las que se quiera aplicar un ciclo de luz de 12 horas. En muchos casos, los cultivadores de exterior prefieren cultivar en macetas que se pueden mover fácilmente a una zona oscura. Probablemente sea más práctico usar estructuras grandes que puedan cubrir todo el cultivo, en lugar de varias pequeñas.
Tapar las plantas reduce la circulación de aire a su alrededor, y cualquier material negro generará temperaturas demasiado elevadas durante el día, cuando los rayos del sol caen sobre él. Una única estructura permite un mayor flujo de aire y facilita mucho el uso de ventiladores, extractores de aire y deshumidificadores. Una buena circulación de aire es crucial en cualquier época o etapa del crecimiento y, en algunos casos, la utilización de ventiladores por las noches será inevitable para forzar la floración. Por eso, el material utilizado para proteger las plantas de la luz deberá ser lo más transpirable posible.
GESTIONAR LA LUZ NATURAL
El cultivador tendrá que tener cuidado de no variar el período de iluminación forzado, ni siquiera un par de días, porque podría confundir a las plantas y hacer que vuelvan a la fase vegetativa, o volverse hermafroditas como mecanismo defensivo ante el estrés medioambiental.
Por la misma razón, los cultivos en terrazas sujetas a contaminación lumínica en las horas nocturnas deberían cubrirse, porque la falta de oscuridad total provocada por las luces de las farolas podría impedir o alterar la floración. Además, otro buen motivo para cubrir las plantas de exterior en floración es protegerlas de una tormenta de granizo o condiciones frías, lluviosas o de viento inesperadas.
Incluso si el sol sale a las 5 de la mañana, no siempre es recomendable empezar el ciclo de 12 horas de luz tan temprano. En regiones cálidas es mejor no destapar las plantas al amanecer porque volver a taparlas a las 5 de la tarde les impedirá disfrutar de las horas calurosas del atardecer, ya que estarán expuestas a temperaturas elevadas bajo una cortina negra que recibe los rayos del sol. Las horas de luz tendrán que ir ajustándose a medida que la estación avanza según el clima local.