La importancia de la ventilación para las plantas de marihuana
El cultivo de marihuana necesita unas condiciones ambientales clave para dar buenos resultados. Y una de ellas es un suministro constante de aire fresco que reponga el dióxido de carbono y conserve la humedad, la temperatura, etc. La ventilación en un cultivo es algo esencial, y afortunadamente, también es bastante fácil. Aquí tienes cómo hacerlo.
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Al igual que las personas, las plantas de marihuana necesitan ciertos elementos clave para sobrevivir. La luz, el agua, los fertilizantes y el aire son imprescindibles en un cultivo de cannabis. Si eliminas cualquiera de ellos, tus plantas no durarán mucho.
En este artículo vamos a hablar del aire fresco. ¿Por qué lo necesitan las plantas de marihuana y cómo puedes asegurarte de que reciban suficiente? Afortunadamente, las soluciones son variadas y en general muy fáciles, ¡y tienen efectos increíblemente beneficiosos!
¿Por qué necesitan aire fresco las plantas de marihuana?
La ventilación es uno de los elementos fundamentales de un buen cultivo de marihuana, y uno de los que se suelen olvidar fácilmente. Cuando empezamos a cultivar hierba, es fácil concentrarse en las luces, los fertilizantes, el espacio, etc., e ignorar que una buena ventilación y un suministro constante de dióxido de carbono también son esenciales para un desarrollo saludable.
En la naturaleza, las plantas necesitan que sus suministros de oxígeno y dióxido de carbono se renueven constantemente para poder sobrevivir y realizar la fotosíntesis. La fotosíntesis es el proceso mediante el cual las plantas producen los carbohidratos que necesitan para alimentarse. Los cloroplastos de las plantas (que son células llenas de clorofila verde y las responsables de su color) absorben las ondas de luz azul y roja. La energía obtenida de estas ondas se utiliza para sintetizar glucosa a partir de dióxido de carbono.
Durante este proceso, el agua pierde electrones, que son añadidos al dióxido de carbono. Lo que queda del agua una vez que ha perdido electrones es oxígeno, un producto de desecho que es liberado por las plantas en la atmósfera (lo que le da al planeta el suministro de oxígeno necesario para que existan prácticamente todos los seres vivos).
En pocas palabras, sin ventilación, las plantas de marihuana no podrían producir energía y, por tanto, ¡morirían!
La importancia de una ventilación adecuada
El proceso anterior no es la única razón por la que las plantas de marihuana necesitan una buena circulación de aire. Mantener una ventilación adecuada es posiblemente la mejor manera de garantizar un entorno estable y beneficioso para las plantas, es decir, eliminando lo "malo" e incorporando lo "bueno".
Renueva el dióxido de carbono
De nuevo, un buen flujo de aire hará que tus plantas puedan seguir respirando sin problemas. Imagina que estás atrapado/a en un espacio pequeño y cerrado. Con el tiempo, a medida que respiras, tus niveles de oxígeno disminuirán y los de dióxido de carbono aumentarán.
En el caso de una planta de marihuana que crece en un cuarto o armario de cultivo, esto sucede a la inversa: absorberá dióxido de carbono y liberará oxígeno. A la larga, los niveles de dióxido de carbono disminuirán tanto que la planta no podrá realizar la fotosíntesis correctamente, y su crecimiento se atrofiará.
Por eso, es realmente necesario que proporciones a tus plantas de marihuana aire fresco y abundante dióxido de carbono.
Controla la humedad
La ventilación ayuda a controlar y mantener un buen nivel de humedad. Aunque un poco de humedad es importante para el crecimiento de las plantas de cannabis, si es demasiado alta podría ser muy perjudicial.
La absorción de agua es un proceso pasivo para las plantas. Cuando pierden agua a través de los estomas (poros) de las hojas y se evapora (transpiración vegetal), las plantas buscan agua (y nutrientes) en el suelo, que absorben a través de las raíces. Este proceso de transpiración es muy importante, ya que significa que las plantas están adecuadamente hidratadas y sus procesos vitales se producen a un ritmo saludable.
Si la humedad es demasiado alta debido a la ausencia de aire rico en CO₂, la transpiración puede ralentizarse, lo que significa que las plantas tendrán dificultades para absorber suficiente agua.
Controla el moho y las plagas
El aire estancado puede retrasar el crecimiento de las plantas y al mismo tiempo albergar plagas y crear el ambiente perfecto para que desarrolle el moho. La aparición de hongos y bacterias puede ser una mala noticia para un cultivo de marihuana (piensa en la pudrición de los cogollos). La humedad puede ser un verdadero problema, especialmente a medida que los cultivos maduran y desarrollan más hojas y flores, y las posibilidades de que se produzca algún tipo de infección o infestación se vuelven mucho mayores.
Mantener una buena circulación del aire ayuda a evitar que estos patógenos crezcan y se reproduzcan.
Elimina el calor
Obviamente, las plantas de marihuana prefieren los ambientes bastante cálidos. Pero un calor excesivo no solo presenta un riesgo para el desarrollo de las plantas, sino que además podría provocar incendios, y nadie quiere que pase eso. Por tanto, eliminar el exceso de calor de un cultivo de marihuana es muy conveniente para la salud de las plantas, así como para ti y quienes te rodean.
Además de las preocupaciones relacionadas con la seguridad, eliminar el aire viciado y caliente e introducir aire fresco en el espacio de cultivo, ayudará a que el calor circule, manteniendo una temperatura estable y beneficiosa para el desarrollo de las plantas.
Cómo introducir aire fresco en tu cultivo de marihuana
Así que, ahora que ya conoces la importancia del aire fresco para cultivar marihuana, tienes que saber cómo introducirlo y mantenerlo.
Es importante tener en cuenta que el simple hecho de que haya un ventilador encendido dentro de un cuarto de cultivo cerrado, no es suficiente para ventilar el ambiente. Es posible que aporte una serie de beneficios, pero será necesario abrir el armario o la sala de cultivo con bastante frecuencia con el fin de lograr una circulación adecuada.
Mejor todavía, puedes crear algún tipo de sistema de intercambio de aire.
Sistema de extracción
Instalar un sistema de extracción puede parecer complicado, pero es increíblemente beneficioso.
Un extractor elimina el aire viciado del armario de cultivo, mientras que un ventilador aporta aire fresco, lo que sirve para controlar la humedad, la temperatura y los niveles de dióxido de carbono. Lo mejor es instalar el sistema de extracción antes de empezar a cultivar, en lugar de esperar hasta que decidas que es necesario. Para poder usar un extractor de aire, necesitarás un armario de cultivo con un armazón lo suficientemente fuerte como para soportar su peso. Por otro lado, si cultivas en un cuarto, tendrás que instalarlo de manera segura.
Otra ventaja de tener un sistema de extracción es que puedes equiparlo con un filtro de carbón para ayudar a eliminar el olor de las plantas. ¡Esto puede resultar muy útil si quieres mantener a los vecinos al margen!
Ventilador oscilante
Para los cultivadores aficionados y ocasionales, un simple ventilador oscilante será suficiente. Además, a las plantas jóvenes de marihuana les gusta recibir una brisa suave, ya que les ayuda a fortalecer sus tallos.
Si vas a utilizar un ventilador, deberás encontrar la forma de que el aire salga y entre en tu espacio de cultivo. Si está cerrado, no funcionará. Puedes colocar el ventilador frente a una abertura y utilizar una segunda abertura en la otra pared para que entre el aire fresco.
Abre el invernadero
Si cultivas en un invernadero o politúnel, hay una solución bastante simple: ¡abrirlo! No hay necesidad de instalar un sistema de ventilación sofisticado en estos tipos de espacios de cultivo. Simplemente abre las puertas (y paredes) y permite que el aire se renueve de forma natural.
Hacer circular el aire de los invernaderos es realmente importante. Cualquiera que haya estado dentro de uno sabrá que pueden alcanzar temperaturas muy altas y mucha humedad. Si se gestionan correctamente, también es su principal ventaja.
Cultivar en exterior
Si cultivas marihuana al aire libre, ni siquiera tendrás que preocuparte por la ventilación y el intercambio de aire. Tus plantas estarán expuestas a una circulación de aire constante, pase lo que pase. Aparte de los fenómenos meteorológicos extraños, no hay mucho peligro de que la humedad o las temperaturas aumenten tanto como para que las plantas tengan dificultades para crecer.
En lo que respecta a plagas y enfermedades, el cultivo exterior es un arma de doble filo. Si hace buen tiempo, el crecimiento bacteriano y de moho tiende a ser bajo. Pero si hay un periodo de humedad, es mucho más fácil que estos patógenos se arraiguen, y no hay nada que puedas hacer para influir en el medio ambiente. Además, es mucho más probable que se produzcan infestaciones de insectos cuando se cultiva al aire libre, así que ten esto en cuenta.
Las plantas de marihuana también necesitan respirar
Al organizar un cultivo, es muy fácil pasar por alto la importancia de la circulación y el intercambio de aire, pero sin ellos, desperdiciarás gran parte del esfuerzo invertido en el resto del proceso.
Tanto si el exceso de humedad impide que tus plantas transpiren, como si las temperaturas son demasiado altas para que crezcan correctamente, o los niveles de dióxido de carbono son demasiado bajos, una mala ventilación puede dañar tu cultivo y reducir la cosecha final de muchas maneras. Y si encuentras pudrición de los cogollos justo al final, sería una auténtica tragedia.
Así que, teniendo todo esto en cuenta, asegúrate de proporcionar una ventilación adecuada a tu cultivo de marihuana, ¡y lo agradecerás más adelante!