Cómo sacar esquejes de las plantas de cannabis
Hacer duplicados genéticos de tus plantas de cannabis favoritas es sencillo. Sólo tienes que estar preparado y practicar el proceso.
Podrías pensar que "clonar" tiene algo que ver con la oveja Dolly, por ejemplo. En realidad significa reproducción asexual. Por muy rocambolesco que pueda sonar, clonar es un concepto científico relativamente sencillo. Lo que en realidad significa es usar una parte de lo existente para desarrollar algo idéntico. En el caso de la clonación de plantas en general y cannabis en particular, esto es bastante sencillo. Si bien es cierto que los resultados son mejores si se planifica el proceso.
Con esta técnica puedes conseguir plantas genéticamente idénticas a su planta "madre". Esto significa que si estás criando una nueva variedad o tu cepa personal, cuando la tengas, podrás duplicarla.
¿POR QUÉ CLONAR?
Hay varias respuestas para esta pregunta.
La primera sería un caso en el que no tengas acceso a semillas. La segunda es que no quieras cultivar a partir de semillas. Y luego, por supuesto, simplemente porque siempre es más rápido que cultivar plantas nuevas con semillas.
Además está la cuestión de la cría. Cada semilla de cannabis es como un ser humano, no hay dos iguales. Si te gusta un sabor determinado, la potencia o la cosecha de una planta concreta, puedes duplicarla. Cada esqueje, si se trabaja de forma de adecuada, podrá desarrollar raíces propias.
QUÉ NECESITARÁS
- Una cuchilla afilada. No uses tijeras, porque pueden machacar las ramas e impedir el desarrollo de las raíces.
- Una planta de cannabis sana (femenina), en su segundo mes de ciclo vegetativo, aproximadamente.
- Un medio de enraizado (por ejemplo lana de roca, jiffys o fibra de coco)
- Hormonas de enraizado
- Un jarrón o un vaso alto con agua (para los esquejes)
- Unas tijeras de recorte o un cortaúñas
- Un foco de cultivo de poca potencia (para cultivo interior)
- Alcohol sanitario (para desinfectar tus herramientas)
CÓMO EMPEZAR
Para sacar esquejes es necesario seguir unos pasos. El primero es preparar a la planta madre para extraerlos, antes de nada.
En primer lugar, no abones la planta madre desde unos días antes al momento escogido para cortar los esquejes. Esto permitirá que el nitrógeno vaya disminuyendo en la planta. Si los niveles de nitrógeno son demasiado elevados los esquejes darán prioridad a la actividad incorrecta. Los clones dedicarán su energía al crecimiento vegetativo en lugar de a enraizar.
Segundo, trabaja en un entorno estéril. Haz todo lo posible para evitar un estrés excesivo para la planta madre y los nuevos esquejes. Por ejemplo, no muevas demasiado las macetas. Mantén el entorno tan protegido como sea posible frente a plagas, mohos e insectos. Lávate las manos cuidadosamente antes de manipular la planta. Escoge un buen sustrato desde el primer momento. Higieniza todas tus herramientas con alcohol.
En tercer lugar, inspecciona las plantas madre buscando ramas de la parte inferior con un aspecto saludable y robusto. Si tienes pensado enraizar en lana de roca, haz coincidir el tallo con el agujero para las raíces que traen los tacos y que quede bien ajustado. En el resto de casos, intenta cortar esquejes de entre 20 y 25cm de largo con varios nudos.
Cuarto, ten cuidado con la aplicación del corte. Al usar la cuchilla, intenta cortar tan próximo al tallo principal como sea posible. Procura que el ángulo en el que colocas la cuchilla sea de aproximadamente 45 grados desde la rama. Así se incrementará la superficie del espacio radicular y se incentivará un desarrollo más rápido.
Por último, asegúrate de colocar el esqueje recién cortado inmediatamente en agua. Esto evita la formación de burbujas de aire en el tallo. Las burbujas impedirían la absorción de agua hacia el tallo y podría matar el esqueje. Algunos cultivadores incluso hacen cortes adicionales en el tallo durante este proceso, para estimular la formación de raíces. Haz esto antes de meter tus esquejes en agua.
PREPARACIÓN DE LOS ESQUEJES
Ahora que has sacado varios esquejes y los has sumergido en agua, tendrás que prepararlos de nuevo. Para permitir una fotosíntesis adecuada y un entorno de cultivo más higiénico, tendrás que recortarlos.
Poda las hojas de abanico a mitad de camino hacia el tallo (con las tijeras o un cortaúñas). También puedes retirar algunas hojas innecesarias de la parte inferior. Así te asegurarás de que las hojas no entren en contacto con el medio de cultivo. Este proceso de manicurado contribuirá a la absorción de agua y nutrientes de tus esquejes. También impedirá que las hojas en desarrollo se toquen entre ellas o se tapen la luz.
Muchos cultivadores usan hormonas de enraizado en este momento. Estas hormonas se suelen vender en forma de geles y polvos. Hay una gran variedad en el mercado. Prueba uno que te parezca el más sencillo de utilizar.
Tras bañar brevemente tus esquejes en las hormonas, traslada los esquejes a su medio de enraizado definitivo.
ENRAIZADO
Hay tres técnicas para conseguir que tus plantas arraiguen en el nuevo medio. Cada método tiene sus ventajas e inconvenientes. Experimenta para descubrir el que mejor te funcione. Independientemente del que escojas, asegúrate de que tus clones están expuestos a mucha humedad y a la luz adecuada. También tendrás que humedecer tu medio de cultivo antes de empezar. La lana de roca tiene que empaparse durante 24 horas previamente a su uso. También es importante usar agua destilada si es posible, con un pH ajustado a entre 4,5 y 5.
Tacos de lana de roca: la lana de roca proporciona una buena base para el enraizado de esquejes gracias a su flujo de aire y su retención de humedad. Se pueden encontrar fácilmente en tiendas de jardinería. Simplemente coloca con sumo cuidado tu esqueje en el taco de enraizado húmedo.
Sustrato: si decides enraizar en sustrato, escoge uno con muchos nutrientes. También tendrás que tener mucho cuidado de no regar poco o demasiado durante el enraizado. Sin duda, es la técnica más difícil para enraizar y con mayores probabilidades de salir mal.
Los esquejes no necesitarán luz durante los primeros dos días. Tras ese plazo, asegúrate de que reciben unas 18 horas de luz (y 6 de oscuridad) para desarrollarse adecuadamente. Además, el entorno tendrá que ser cálido y húmedo.
CONSEJOS ADICIONALES PARA CLONAR CON ÉXITO
Los nuevos esquejes no tienen raíces. Eso significa que necesitan condiciones húmedas y cálidas para salir adelante. Intenta humedecerlos con agua para que puedan absorber agua a través de las hojas en la primera semana. También deberás vigilar la aparición de mohos. Si colocas los esquejes en un semillero, es importante abrir la cúpula varias veces al día para evitar el crecimiento de hongos.
También es importante no contaminar nunca el envase de gel o polvo enraizante. Cualquier espora o contaminante en el bote podría arruinar todo el contenido. Es decir, no sumerjas las raíces directamente en el gel o polvo. Aplícalo en una bandeja aparte.
El mejor momento para sacar esquejes es precisamente antes de que la planta madre entre en su fase de floración.
Tampoco dudes en cortar más esquejes de los que crees que necesitarás. No todos saldrán adelante.
Ten paciencia. La mayoría de los esquejes empezarán enraizar unos pocos días, pero algunos de ellos podrían tardar hasta un par de semanas.
Recuerda que siempre podrás conservar las plantas madres para tus esquejes durante el tiempo que quieras. Si les impides pasar a la floración, podrían durar varios años. Para conseguirlo, tendrás que mantener a las madres bajo una luz de crecimiento (o un ciclo de luz 18/6).
TRASPLANTAR TUS ESQUEJES
Cuando se aprecia nuevo crecimiento vegetativo, será momento de trasplantar tus clones a un medio de cultivo estable. Al hacerlo, aplica las mismas medidas de precaución e higiene que tomaste cuando preparaste los tallos. El estrés por trasplante es muy habitual.