Puede resultar muy frustrante preparar el espacio de cultivo, sembrar las semillas, esperar, observar, ilusionarse... y que no pase nada. Hay muchos motivos por los que las semillas podrían no germinar, y la mayoría se pueden solucionar o prevenir.
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Germinar semillas de marihuana puede ser una experiencia estresante. En todas las demás etapas del ciclo de vida del cannabis, se puede observar el proceso y recibir información de la propia planta. Sin embargo, a la hora de germinar las semillas, hay que esperar simplemente a que ocurra algo; y si no ocurre nada, es muy difícil saber a qué se debe.
Con eso en mente, en este artículo te mostramos 16 motivos por los que las semillas de cannabis podrían no germinar, y qué puedes hacer para solucionarlo (si es posible).
Cómo saber si tus semillas de marihuana están germinando
Comprobar si tus semillas de cannabis han germinado es bastante fácil. Si se abren y brota algo de ellas (dos cotiledones verdes y una raíz primaria), ¡han germinado!
Si la germinas en tierra u otro sustrato, es posible que solo sepas que tu semilla ha germinado cuando surjan los cotiledones, ya que no podrás ver la raíz. Pero si lo haces en un vaso de agua o en un trozo de papel absorbente, verás cómo se abre y expone todas las partes de la anatomía del brote.
Si permanece cerrada, es que no ha germinado.
Pero más difícil que averiguar si la semilla ha germinado es saber si lo va a hacer o no.
¿Cuánto tardan en germinar las semillas de marihuana?
Las semillas de cannabis tardan en germinar entre 4 y 10 días, lo que es un plazo de tiempo normal y completamente saludable. A veces, pueden germinar antes, mientras que otras (especialmente si se trata de semillas viejas), pueden tardar más, incluso hasta 20 días.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, las semillas de calidad que se germinan en condiciones adecuadas, deberían brotar dentro de las franjas de tiempo mencionadas, y convertirse en plántulas de cannabis.
¿Por qué no germinan mis semillas de marihuana? 16 motivos
A veces, las semillas no germinan por varias razones. Es posible que te estés preguntando qué puedes hacer si tus semillas de cannabis no germinan, y la respuesta es, como siempre, ¡depende!
Podrían ser de mala calidad, pero lo más seguro es que exista algún problema ambiental que se puede solucionar; en cuyo caso, aún podrás cultivar tu planta. A continuación veremos esos problemas.
1. Sustrato demasiado húmedo
En primer lugar, es posible que el medio de cultivo esté demasiado húmedo (salvo que germines tus semillas en un vaso de agua, lógicamente). Pero si lo haces en tierra o en algún medio inerte, el sustrato deberá estar húmedo pero no empapado, ya que de lo contrario las semillas pueden tardar más en germinar o no hacerlo en absoluto. Si crees que tu sustrato está demasiado húmedo, lo mejor es replantar las semillas y empezar de nuevo.
Pero ten cuidado, ya que un suelo demasiado húmedo aumenta las probabilidades de que aparezcan ciertos patógenos, lo que podría causar problemas como el marchitamiento fúngico, que matará tus plantas rápidamente.
2. Sustrato demasiado seco
Por otro lado, las condiciones podrían ser demasiado secas. Las semillas de marihuana necesitan una tierra húmeda y una humedad relativa del 70-90% para germinar adecuadamente.
Si plantas tus semillas en un sustrato seco o con muy poca humedad, las probabilidades de que germinen serán muy bajas. Deberás regar el sustrato hasta que esté lo suficientemente húmedo, y después cubrir la semilla para evitar que se seque mientras trata de germinar. Si el suelo comienza a secarse durante este proceso, riégalo ligeramente.
3. Mala calidad del agua
El agua sucia/contaminada también puede impedir que las semillas germinen. Aunque, en la mayoría de los casos, es muy poco probable que esta sea la razón de que no se abran, por lo que primero deberías buscar otras causas.
Sin embargo, si no existe otro problema, o sabes que el agua está especialmente sucia o tiene un alto contenido de ciertos minerales, este podría ser el motivo.
4. Muy poco oxígeno
Las semillas necesitan oxígeno para germinar. De hecho, a las plantas de cannabis, en general, les gustan los sustratos bien aireados. Durante la germinación, las semillas necesitan oxígeno para metabolizar antes de que tenga lugar la fotosíntesis. Independientemente de si cultivas en interior o exterior, deberás usar un suelo arcilloso y aireado para germinar tu marihuana.
Y lo mismo ocurre con otros medios de cultivo: la presencia de oxígeno es fundamental para que se produzca un desarrollo saludable en todas las etapas del cultivo.
5. Demasiado oxígeno
Un ambiente altamente oxigenado también puede causar problemas a la hora de germinar las semillas de cannabis. En los cultivos en suelo, esto es prácticamente imposible. Pero en ciertos sistemas hidropónicos, podría ser problemático.
6. Exceso de abono en el suelo
Si el suelo está lleno de fertilizantes, especialmente sintéticos, podría ser tóxico para las semillas de marihuana e impedir que germinen.
Si usas tierra de calidad para la germinación, no tendrás que añadir ningún tipo de abono hasta bien entrada la fase vegetativa, y en algunos casos, incluso más tarde. Un buen suelo ya contiene los nutrientes que necesitan las plantas durante las primeras etapas de su ciclo de vida.
En cambio, si cultivas en un medio inerte tendrás que añadir abono. Y especialmente en las primeras etapas, deberás tener mucho cuidado con la calidad y la cantidad de fertilizantes que administras; a menudo, menos es más.
7. Poco espacio
Para que germinen de manera saludable, las semillas necesitan espacio, por lo que deberás sembrarlas a una distancia de al menos 5cm unas de otras, con el fin de que tengan espacio para abrirse y empezar a desarrollarse. Es muy importante crear el espacio de cultivo perfecto desde el principio.
Si arrojas sin más un puñado de semillas a la tierra, lo más probable es que algunas broten y otras no. Así que, aunque se puede hacer, no es el método de germinación más eficiente.
8. Temperaturas bajas
Las semillas de marihuana prefieren las temperaturas altas para germinar, y el rango ideal es de unos 20-22ºC. Esta es la razón por la que muchos cultivadores germinan en interior, incluso si sus plantas se van a pasar la mayor parte de sus vidas al aire libre.
Si las temperaturas descienden demasiado, la germinación podría retrasarse o detenerse por completo. Es posible que algunas semillas broten con temperaturas inferiores a 12ºC, pero no es lo normal.
9. Temperaturas altas
Del mismo modo, si las temperaturas son demasiado altas, las semillas también tendrán dificultades para germinar. Dependiendo de la variedad, podrían germinar en unas condiciones ligeramente distintas. Sin embargo, muy pocas son capaces de germinar en el intenso calor del verano, así que lo ideal es mantener una temperatura en torno a los 20-22ºC.
No es probable que las pequeñas fluctuaciones de temperatura causen problemas, pero un periodo prolongado de calor puede impedir que las semillas se abran.
10. Marchitamiento fúngico
El marchitamiento fúngico (o damping off) es un fenómeno que afecta a las plántulas de cannabis, y en general, hace que se marchiten y mueran. Pero también puede afectar a las semillas e impedir que germinen. Esto se conoce como marchitamiento fúngico pre-emergente.
Aunque puede ocurrir en cualquier entorno, es más habitual cuando las semillas se germinan en un invernadero, ya que el ambiente dentro de estas estructuras es bastante húmedo, es decir, perfecto para que los hongos causen este tipo de marchitamiento.
Si el ambiente es frío y húmedo, lo más probable es que se produzca el marchitamiento fúngico. La mala noticia es que los patógenos acabarán con las semillas, por lo que ya no serán viables. Si crees que se trata de este problema, deberás deshacerte con cuidado de las semillas, la tierra y las macetas, para asegurarte de que la afección no se extienda a otras semillas o plantas.
11. Has manipulado las semillas con las manos sucias
Las manos pueden transmitir numerosos patógenos a las semillas de marihuana, lo que podría matarlas e impedir que germinen. Por lo tanto, es aconsejable usar guantes limpios o, al menos, lavarse bien las manos antes de manipularlas. Algunos cultivadores optan por coger las semillas con pinzas esterilizadas, lo que también ayuda con la precisión a la hora de sembrarlas.
Este problema es difícil de identificar, dado que simplemente depende de si has tocado las semillas o no con las manos. Nunca sabrás si es la verdadera causa, por lo que antes de dar por muertas a tus semillas, tendrás que descartar otros motivos más fáciles de solucionar.
12. Semillas de mala calidad
Las semillas de buena calidad ofrecen una tasa de germinación más alta. De hecho, los mejores criadores comprueban sus semillas por lotes para garantizar que casi todas sean capaces de germinar. La tasa de germinación no tiene nada que ver con la variedad o el tipo de semilla (por ejemplo, feminizada o regular), sino simplemente con la calidad. Por ejemplo, se pueden conseguir semillas de la OG Kush de buena y mala calidad.
Si has comprado semillas de calidad y germinan muy pocas, podrás asumir con seguridad que el problema no son las semillas. Si, en cambio, tienes semillas de baja calidad y muchas no germinan, lo más probable es que sean malas. Saber dónde comprar tus semillas mejora sus tasas de germinación.
13. Semillas viejas
Aunque las semillas pueden seguir siendo viables durante muchos años, cuanto más viejas sean, más tardarán en germinar. Y con el tiempo, dejarán de hacerlo.
En general, para conseguir los mejores resultados, deberás usar las semillas en un plazo de entre uno y dos años desde que las plantas madre las produzcan. Pero si esperas más, tampoco pasa nada. Saber cómo germinar semillas de cannabis viejas te puede ayudar a aumentar las posibilidades de éxito.
¿Germinan las semillas de marihuana frescas?
Sí, las semillas de cannabis frescas germinarán siempre que estén lo suficientemente maduras. Si las sacas de una planta hembra que no ha madurado del todo, es probable que no germinen. Sin embargo, si esperas a que la planta muera de forma natural, sabrás que ha terminado de producir semillas y que estas estarán listas para dar lugar a la siguiente generación.
14. Semillas mal almacenadas
Si has almacenado tus semillas de forma incorrecta, podrían no germinar. Las semillas de marihuana deben almacenarse en un ambiente fresco, seco y oscuro. Si se calientan o enfrían demasiado durante el almacenamiento, podrían morir.
Pero el principal problema lo causa la humedad. La humedad desencadena la germinación de las semillas, por lo que, si se almacenan en un ambiente húmedo, podrían brotar antes de tiempo. En algunos casos, esto será evidente, ya que se abrirán. Sin embargo, a veces el proceso puede comenzar lo suficientemente pronto como para causar daños, pero detenerse antes de que resulte evidente a simple vista.
Por eso, es muy importante aprender a almacenar las semillas de cannabis correctamente.
15. Las semillas han sido devoradas
Esto no suele ser un problema en interior, pero al aire libre, es posible que algunas criaturas desentierren las semillas y se las coman cuando no estés mirando. En este caso, tendrás la seguridad de que no van a germinar.
Es muy fácil comprobar si tus semillas de marihuana han sido devoradas, ya que habrán desaparecido. Si decides germinar en exterior, deberás proteger tus semillas de los animales y de las inclemencias del tiempo.
16. Demasiada luz
Las semillas de marihuana no necesitan luz para germinar, aunque si están expuestas a un exceso de luz ultravioleta, podrían tener dificultades. Por lo tanto, independientemente de cómo elijas germinar tus semillas, deberás hacerlo lejos de la luz fuerte y directa.
¿Germinan mejor las semillas de cannabis en la oscuridad?
Aunque las semillas de marihuana han evolucionado para germinar en total oscuridad, esto no es imprescindible. En su mayoría, no les afecta la luz hasta que aparecen los primeros cotiledones. Lo principal es mantenerlas alejadas de la luz intensa, como la del sol o de las lámparas de cultivo, pero un poco de luz no debería afectar a la germinación.
Germinación de semillas de marihuana: La práctica hace al maestro
Para que las semillas de cannabis germinen debe existir cierto equilibrio entre varios factores ambientales. Ninguno de los requisitos es difícil de conseguir, pero las semillas pueden ser complicadas, y recompensan a quienes se preocupan de proporcionarles el ambiente ideal.
Dicho esto, algunas semillas pueden brotar del suelo en las condiciones más inhóspitas y convertirse en plantas grandes y productivas. Aun así, en la mayoría de los casos, las semillas de marihuana prefieren un entorno estable y adecuado.
