Pulgones y marihuana: cómo prevenirlos, detectarlos y acabar con ellos
Los pulgones son una amenaza triple para quienes cultivan cannabis. No solo dañan y destruyen las hojas succionando la savia, también pueden propagar enfermedades y atraer a otras plagas a la zona de cultivo como método de protección.
Los pulgones suponen una amenaza triple para los cultivadores de cannabis. No solo dañan y destruyen las hojas succionando la savia, también pueden propagar enfermedades y atraer a otras plagas a la zona de cultivo como forma de protección.
LOS PULGONES PRESENTAN UNA AMENAZA TRIPLE
¿Qué son exactamente los pulgones? Pertenecientes al grupo de los insectos hemípteros, los pulgones son parásitos del tamaño de una cabeza de alfiler, 1-3mm. Son fáciles de detectar a simple vista, y pueden tener varios colores, aunque la mayoría son negros, marrones o verdes. La diferencia suele depender de su fuente de alimento.
Dotados de alas cuando las necesitan, pueden propagarse fácilmente de una planta a otra, aunque se suelen congregar en colonias en la parte inferior de las hojas y permanecer allí hasta que la planta ya no les resulta beneficiosa. Destruyen una planta por completo antes de pasar a la siguiente para volver a repetir el proceso.
Una característica única de los pulgones es que secretan una sustancia azucarada conocida como "ligamaza". Utilizan este material pegajoso para atraer hormigas y, en algunos casos, abejas. Los pulgones desarrollan una relación simbiótica con estos insectos y los usan como protección contra sus depredadores, como las mariquitas o las avispas. En algunas ocasiones, las hormigas llevan a los pulgones a un lugar concreto para después poder recoger su preciada "ligamaza".
El golpe final para el cultivador de cannabis es que los pulgones también son portadores de enfermedades infecciosas, y cuando succionan la savia de las hojas de la marihuana, pueden transmitirle la infección.
CÓMO DETECTAR UNA INFESTACIÓN DE PULGONES
Los pulgones son una grave amenaza para las plantas de cannabis, especialmente para las que se cultivan en armarios o invernaderos. El ambiente cálido de estos entornos los convierte en paraísos para su reproducción. Este problema se ve agravado por el hecho de que el ciclo reproductivo de los pulgones es relativamente corto, es decir, en condiciones óptimas se pueden multiplicar a un ritmo alarmante.
Detectarlos es muy fácil, ya que tienden a concentrarse en la cara inferior de las hojas y alrededor de los tallos. Son unas de las pocas plagas del cannabis que también atacan al tallo. La sustancia pegajosa que hemos mencionado antes, también te puede dar una pista. La ligamaza no solo atrae otras plagas, también produce fumagina. Busca manchas negras en la cara superior de las hojas.
La presencia de sus insectos guardaespaldas también es un síntoma de la infestación de pulgones. Aunque es muy poco probable que veas hormigas antes que pulgones, su existencia es un indicador importante.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Tanto si se trata de pulgones como de cualquier otro tipo de insectos, hay dos reglas de oro para acabar con ellos. La primera: un entorno de cultivo limpio y bien cuidado es la mejor defensa contra las plagas. Esto significa eliminar hierbajos, limpiar las herramientas y renovar el sustrato entre cultivos. La segunda: una respuesta rápida ante cualquier amenaza garantiza la reducción de los daños. Tras descubrir una infestación, el mejor remedio es la acción inmediata, ¡no esperes!
La primera medida preventiva que debes tomar es una observación periódica. Comprobar el estado de tus plantas de cannabis semanalmente facilitará el descubrimiento de pulgones. Desconfía del clima cálido y seco al comienzo de la primavera, y no utilices demasiados fertilizantes. Ambos factores propician la aparición de pulgones.
También vale la pena comentar que los huevos de los pulgones permanecen latentes durante el invierno y con temperaturas bajas. Esto te obliga a renovar toda la zona de cultivo entre cosechas, para garantizar que no haya pulgones escondidos al acecho.
UTILIZA DEPREDADORES NATURALES PARA ACABAR CON LOS PULGONES
Si quieres sacarle provecho a la madre naturaleza, los pulgones tienen numerosos depredadores naturales. Las mariquitas son muy efectivas a la hora de acabar con una infestación de pulgones, así como las avispas parásitas y los neurópteros.
Suelta estos depredadores cuando notes las primeras señales de la presencia de pulgones, y el problema se resolverá de forma natural. Si no puedes conseguir grandes cantidades de insectos, o la infestación ha pasado desapercibida, el siguiente paso son los plaguicidas orgánicos.
AEROSOL CASERO ANTIPULGONES
El aceite de nim y el jabón insecticida son dos excelentes opciones para acabar con los pulgones. No dañan los cogollos, siempre que evites rociarlos directamente. Disponibles en centros de jardinería, no es difícil adquirirlos; pero si prefieres utilizar un remedio casero, el siguiente aerosol es muy fácil de preparar.
Pica unas hojas de tomate hasta llenar dos tazas. Combínalas con dos tazas de agua del grifo en una jarra grande, y deja reposar durante toda la noche.
Cuela el líquido y dilúyelo con otras dos tazas de agua. Vierte la mezcla final en un pulverizador y utilízalo para acabar con los pulgones.
Dirige el spray a las zonas en las que se suelen concentrar, tallos incluidos. Asegúrate de evitar las flores, o de lo contrario el aerosol acabará en el producto final. Algunos aerosoles pueden quemar las flores más jóvenes, por eso es muy importante rociar únicamente la superficie de la hoja, tan a fondo como te sea posible.