Cómo crear variedades de marihuana autoflorecientes
Aquí nos adentramos en el mundo de la genética autofloreciente y estudiamos cómo criar tus propias semillas de cannabis autoflorecientes. Compleja, interesante y sin duda una ardua labor, esta práctica constituye la parte más avanzada del cultivo de marihuana.
Índice:
La marihuana autofloreciente está muy extrendida en la actualidad, y su calidad ha mejorado en los últimos años. Aunque no puede competir con las plantas fotoperiódicas más grandes y fuertes, ofrece unos resultados que satisfacen a la mayoría de los cultivadores. Además, la rapidez y facilidad de cultivo de las autos en comparación con las variedades fotodependientes, las convierte en una opción ideal para muchos cultivadores.
Pero ¿qué hay que hacer para producir tus propias semillas? ¿Cómo se crean las semillas de marihuana autoflorecientes? Descúbrelo aquí.
¿Qué es la marihuana autofloreciente?
La marihuana autofloreciente es un tipo de cannabis que, como indica su nombre, florece de forma automática. ¿Por qué te puede interesar esto? Las variedades de cannabis autoflorecientes suelen ser mucho más rápidas, y requieren menos atención, si se comparan con las variedades fotoperiódicas normales.
Esto significa que las semillas autoflorecientes se convierten en plantas que son más fáciles de cultivar, y su velocidad significa que los cultivadores pueden conseguir cosechas adicionales, o simplemente lograr una más rápida. La otra cara de la moneda es que las cepas auto tienden a producir menos que las fotoperiódicas, y son un poco menos potentes. Sin embargo, esto está cambiando.
¿En qué se diferencia la marihuana autofloreciente de la fotoperiódica?
Estas son las características generales de las plantas de cannabis autoflorecientes, en comparación con las de fotoperiodo:
- Ciclos de vida más cortos, a veces de tan solo 7 semanas
- Tamaño y estatura más pequeños
- Menor productividad, sobre todo en exterior
- Ligeramente menos potentes que sus equivalentes fotoperiódicas, pero solo un poco.
- No toleran muy bien el entrenamiento de alto estrés
- No es necesario cambiar el ciclo de luz; la mayoría de los cultivadores mantienen un horario de 18/6 durante todo el cultivo
- Las fugas de luz no son problemáticas durante la fase de floración
- En general son robustas y fáciles de cultivar
En comparación, estas son las características de las plantas de marihuana de fotoperiodo:
- Ciclo de vida más largo, con una etapa vegetativa más larga/indefinida
- Crecimiento potencialmente muy grande, sobre todo en exterior
- Grandes cosechas: unas plantas más grandes se traducen en una mayor producción
- Pueden ser muy potentes
- Soportan mejor el entrenamiento de alto estrés debido a su larga etapa vegetativa
- Necesitan un ciclo de luz determinado para entrar en la fase de floración (12/12)
- Las fugas de luz durante la floración pueden ser muy problemáticas
- Algunas variedades pueden ser muy frágiles y requieren un cultivo meticuloso
Cómo crear variedades de marihuana autoflorecientes
A pesar de ocupar un ligero segundo plano en lo que respecta a potencia y producción, mucha gente prefiere las variedades autoflorecientes frente a las fotoperiódicas, simplemente por su sencilles y velocidad. En el mercado actual hay miles de cepas autoflorecientes, pero ¿qué haces si quieres crear tus propias semillas? Dependiendo de cómo lo hagas, producir semillas auto puede ser entre difícil y muy difícil. A continuación vamos a ver cómo empezar y qué necesitas para tener éxito.
¿Qué es la marihuana ruderalis?
Para entender cómo se crean las semillas autoflorecientes, hay que conocer el Cannabis ruderalis. Se trata de una subespecie de cannabis originaria de los gélidos territorios del norte, concretamente de Siberia. Aunque son breves, los veranos de esta zona son cálidos y luminosos; sorprendentemente luminosos, de hecho, con hasta 24 horas de luz al día. Así que, para poder florecer en estas condiciones, el cannabis de esta región ha desarrollado su propio reloj genético con el que iniciar la floración. Cuando hay luz a todas horas no se puede depender de los niveles de iluminación para empezar a florecer.
Por eso el cannabis ruderalis florece automáticamente, independientemente de los estímulos ambientales, y de ahí el término "autofloreciente". Sin embargo, aparte de esta etupenda característica, las variedades ruderalis silvestres no ofrecen mucho más al fumador de hierba obsesionado con el THC. Al contener muy pocas sustancias químicas psicoactivas y producir muy pocas flores, estas plantas no son muy útiles por sí solas. Sin embargo, si se combinan los genes que las hacen autoflorecientes con los de alta potencia y productividad de las plantas índicas y sativas fotoperiódicas, ocurre algo muy especial.
Cría selectiva
El método más sencillo para crear semillas autoflorecientes es cruzar dos variedades automáticas. La razón por la que es más fácil es que los genes autoflorecientes son recesivos, lo que significa que se necesitan muchos retrocruzamientos para estabilizarlos. Por lo tanto, una variedad autofloreciente estable es el resultado de mucho trabajo, ¡no se puede crear en una sola generación! Veremos más sobre esto en breve.
Utilizando dos variedades ya existentes, puedes elegir plantas con características que te gusten, y ver qué ocurre cuando mezclas esos genotipos.
Para ello, necesitarás plantas macho y hembra. Y aquí radica el principal problema de este método: las semillas autoflorecientes regulares pueden ser difíciles de conseguir. Por lo general, se venden como semillas feminizadas, lo que significa que no se puede criar a partir de ellas, y su genética resistente también dificulta convertirlas en hermafroditas.
La forma más sencilla de reproducirlas es dejar que las plantas macho y hembra crezcan juntas en el mismo lugar. Si hay machos, no hay duda de que polinizarán a las hembras. Pero ten en cuenta que lo polinizarán todo (hasta 15 kilómetros a la redonda), así que, si también estás cultivando plantas para cosechar cogollos, protégelas bien. De hecho, por el bien de cualquier otro cultivador que esté cerca, ¡mantén tus machos bien aislados también!
Cómo hacer que una variedad fotoperiódica sea autofloreciente
Producir una única generación de semillas autoflorecientes es bastante fácil. Aquí te mostramos cómo hacerlo, y en la siguiente sección explicaremos cómo superar el problema de los genes recesivos.
- Necesitarás una planta autofloreciente macho y una planta fotoperiódica hembra. El macho debe ser una ruderalis lo más pura posible, ya que de lo contrario los genes fotoperiódicos dominantes volverán a aparecer.
- Cuando la planta macho comience a desarrollar sacos de polen, pon una bolsa resellable sobre ella, y ciérrala, para que no se escape el polen. Agítala de vez en cuando para liberar el polen de los sacos en la bolsa.
- Una vez que las hembras desarrollen pistilos fértiles, pueden ser fecundadas. Esto probablemente ocurrirá una o dos semanas después de que los machos estén maduros. Retira las bolsas de los machos, colócalas sobre las flores de las hembras y agítalas suavemente. Ahora, déjalas durante unas dos horas. Esto asegurará la polinización.
- Durante las siguientes semanas, las hembras desarrollarán semillas, que pueden convertirse en una mezcla de plantas autoflorecientes macho y hembra. Pero ten en cuenta que las semillas que produzcan esas plantas volverán a ser fotoperiódicas, a no ser que ambos progenitores sean autoflorecientes (o uno de ellos sea un macho autofloreciente estable).
¿Qué son los genes recesivos?
La razón por la que las autos luchan por mantener sus cualidades autoflorecientes es que provienen de genes recesivos. Los genes recesivos siempre perderán frente a los genes dominantes, si es que los genes dominantes están presentes. Por ejemplo, si una persona con ojos marrones y otra con ojos azules tienen un bebé, éste siempre crecerá con ojos marrones, porque los ojos azules dependen de un gen recesivo.
Para mantener los rasgos autoflorecientes, las plantas autoflorecientes deben cruzarse con otras plantas autoflorecientes o con machos estables. Si no, los genes fotoperiódicos dominantes volverán a aparecer.
Retrocruzamiento
La estabilización no consiste solo en mantener los rasgos autoflorecientes, sino en sacar también las cualidades positivas de las plantas fotoperiódicas.
Un genotipo inestable puede expresar muchos fenotipos. Por ejemplo, un cruce de primera generación entre una madre Haze y un padre ruderalis puede producir semillas que se conviertan en muchos fenotipos diferentes. Algunos de ellos podrían ser potentes, mientras que otros podrían ser mucho más parecidos a la ruderalis.
Para garantizar que todas las semillas sean de buena calidad, la variedad debe retrocruzarse a lo largo de varias generaciones.
Hay dos formas de hacerlo.
En primer lugar, se pueden hacer esquejes de una planta con cualidades interesantes y cruzarlos entre sí para crear una descendencia estable. Lamentablemente, esto no es una buena opción con las autos, ya que la clonación no es muy eficaz, ya que no se puede controlar la duración de la fase vegetativa.
Así que hay que optar por la segunda opción: ¡cruzarlas con un progenitor! De repente, el incesto no parece un tema tan tabú cuando se trata de conseguir cogollos con alto contenido de THC.
Elige una planta con rasgos deseables, y polinízala con el polen del padre. El padre probablemente estará muerto en este punto, así que asegúrate de guardar mucho polen extra, puesto que también lo necesitarás para las nietas. Con cada nueva generación de plantas, las características que estás seleccionando se arraigarán más. Con el tiempo, este genotipo criado selectivamente será lo suficientemente estable como para criar de forma normal, ya que se habrán eliminado los fenotipos no deseados.
Creación de variedades autoflorecientes: ¿Vale la pena?
En realidad, crear tus propias cepas autoflorecientes solo merece la pena si te apasiona la cría de cannabis y te apetece un proyecto muy laborioso. Si simplemente quieres unas cuantas semillas autoflorecientes, será mucho mejor que las compres en un banco de semillas de marihuana de buena calidad.
Cruzar dos autos juntas puede ser muy divertido y no es demasiado complicado. En este caso, con suerte deberías conseguir buenos resultados con el primer lote de semillas (aunque depende de la cantidad de ruderalis que haya en cada uno de los padres).
La cría de autos a partir de plantas fotoperiódicas es un proceso muy avanzado, y realmente se trata de un verdadero desafío. Si quieres un proyecto serio durante el cual llegarás a entender mucho sobre cómo se reproducen las plantas y se transfieren los genes, entonces es un gran proyecto en el que embarcarse. Si solo quieres crear una planta de floración rápida que proporcione cogollos de gran calidad, probablemente sea un método contraproducente.