Cómo evitar que caracoles y babosas dañen tus plantas de cannabis
Las babosas y los caracoles pueden ser perjudiciales para el cultivo de marihuana, ya que les gusta alimentarse de las hojas verdes de tus plantas. En este artículo vemos algunas formas de disuadirlos y eliminarlos de tu jardín, sin recurrir a pesticidas dañinos. Puede que sean viscosos, pero tienen su función en el ecosistema general.
Índice:
Hay muchas criaturas que se alimentarán de tus plantas de cannabis si tienen oportunidad, y los caracoles y las babosas son dos de las más habituales. En este artículo vemos cómo evitar que arruinen tu cultivo con métodos orgánicos. De hecho, existen muchas soluciones no letales, y una de ellas consiste en invitar a tu jardín a una gran variedad de mamíferos, aves y anfibios depredadores para que lo limpien por ti.
Caracoles y babosas
Puede que los caracoles y las babosas sean una pesadilla para los cultivadores de cannabis al aire libre, pero no deberías verlos como enemigos. Al fin y al cabo, están intentando sobrevivir, mientras que lo único que hacemos nosotros al cultivar hierba es intentar colocarnos. Así que, desde un punto de vista imparcial, su necesidad de alimentarse está más que justificada.
Tanto las babosas como los caracoles son una especie de moluscos. Como seguramente sepas, los caracoles llevan su casa a cuestas en forma de concha, y las babosas no. Hay muchas especies de caracoles y babosas, que van de más a menos comunes. Pero en lo que respecta a mantenerlos alejados de nuestros cultivos de marihuana, son prácticamente lo mismo.
¿Cómo perjudican los caracoles y las babosas a las plantas de marihuana?
Los caracoles y las babosas son omnívoros con una predilección especial por las plantas verdes y frondosas, como el cannabis. Y por eso devorarán las hojas de tu marihuana a la primera oportunidad. Si no los detienes, pueden dañar fácilmente tu cosecha, reduciendo la producción total.
Señales de caracoles y babosas en las plantas de marihuana
Hay muchos bichos que pueden dañar las plantas de cannabis. Así que, en ausencia de las propias criaturas, ¿cuáles son las señales reveladoras de que caracoles y babosas se están comiendo tu cultivo?
- Agujeros grandes y desiguales en las hojas más tiernas
- Daños a principios de primavera, cuando todavía no han aparecido otros insectos
- Rastros de baba (de caracol) en la tierra y las hojas mordidas
- Plántulas que han perdido sus hojas por completo
- Hojas con bordes dentados
Cómo evitar que los caracoles y las babosas dañen tus plantas de cannabis
Ahora que ya sabemos cómo identificarlos, ¿qué podemos hacer para detenerlos? A continuación veremos varios métodos letales y no letales para prevenir los daños de caracoles y babosas. Si es posible, te recomendamos optar por los no letales.
Reubicación (para pacifistas)
Este método es intensivo pero muy efectivo, y no hay necesidad de matar. Para reubicar las babosas y caracoles, ¡primero tienes que encontrarlos!
Si visitas tu cultivo cuando hace frío y hay humedad, no deberías tener ningún problema para encontrarlos, si es que están presentes. Simplemente cógelos de donde estén y trasládalos a un nuevo hogar. Un parque o una zona arbolada serán suficientes, ya que tendrán mucha materia orgánica en la que concentrar su atención.
Trampas de captura viva
Si no te apetece madrugar cuando llueve para salir a cazar estas criaturas viscosas, puedes crear trampas para atraerlas y deshacerte de todas a la vez.
Tienes dos opciones.
La primera es poner alimentos que les atraigan. Lógicamente, las verduras de hojas verdes son una opción excelente, al igual que la avena. La clave está en utilizar algo que les atraiga y que imite a una fuente natural de alimento. Los alimentos demasiado aromáticos tienen dos inconvenientes: atraerán babosas y caracoles de todas partes, lo que podría agravar el problema; y también pueden atraer ratas, añadiendo un nuevo enemigo para tu cultivo. Los alimentos poco aromáticos solo atraerán a las criaturas que ya estén presentes.
Otra opción es crear un hogar que les resulte irresistible. No tiene que ser demasiado complejo. Un trozo de madera podrida en una esquina húmeda del jardín, cerca de tu cultivo de cannabis, será un refugio diurno muy acogedor para caracoles y babosas. Solo tienes que ir allí en el momento más caluroso del día, recoger todos los que estén durmiendo, y trasladarlos a otro sitio. Este método es muy efectivo y requiere de un esfuerzo mínimo.
Trampa de cerveza
La levadura de la cerveza atrae a las babosas y los caracoles, y el contenido de alcohol mata a muchas especies (aunque no a todas).
Pero este método está lejos de ser ideal. La levadura es una fuente de alimento muy aromática, y atraerá criaturas de más lejos. Esto significa que en realidad estarás introduciendo babosas y caracoles que de otra forma no acudirían a tu cultivo. Y dado que no todos ellos consumirán la cerveza, lo más probable es que no solucione el problema y que empeore las cosas. Además, estarías matando bichos de forma innecesaria. Así que, procura optar por una solución diferente.
Atrae depredadores
Atraer depredadores es probablemente la mejor opción, ya que podrás convertir tu jardín en un ecosistema funcional y proteger otras especies de forma simultánea.
A los pájaros, tejones, sapos, erizos, etc., les encanta comer babosas y caracoles. Y también apreciarán tener un espacio acogedor.
Pájaros
Los pájaros acudirán a tu jardín si lo consideran un lugar agradable. Esto suele venir determinado por factores que están fuera de tu control; aunque siempre puedes instalar cajas o casas nido para atraer ciertas especies durante la temporada de cría.
Tejones
Es posible que no quieras tener tejones viviendo en tu jardín, pero hay ciertas cosas que puedes hacer para que lo visiten durante sus rondas nocturnas. Incluso si vives en un entorno urbano, te sorprendería lo habituales que son los tejones. Prueba a dejar huecos en las vallas, especialmente si dan a espacios verdes abiertos. Es posible que los tejones los encuentren y se alimenten de las babosas y caracoles que están dañando tus plantas.
Sapos
Si quieres tener sapos, deberás crear un hábitat húmedo. Un pequeño humedal, con estanque incluido, puede atraerlos. Pero los sapos no viven en el agua, así que asegúrate de que haya grietas oscuras y húmedas cerca, en las que se puedan refugiar.
Erizos
Las poblaciones de erizos han disminuido notablemente en los últimos años, por lo que agradecerán toda la ayuda que podamos prestarles.
Además de abrir un poco las vallas del jardín para dejarles entrar durante sus paseos, también puedes construirles casas en las que puedan refugiarse de forma permanente. Un erizo puede ser un elemento muy positivo para cualquier jardín, y sin duda se convertirá en una mascota novedosa. Además, se alimentará de los caracoles y las babosas.
Láminas de cobre
La conductividad eléctrica del cobre tiene un efecto repelente para los caracoles y las babosas. Cuanto más anchas sean las láminas, mejor (hasta cierto punto).
Una lámina de cobre con una anchura más grande que la longitud de estas criaturas, debería (en general) mantenerlas alejadas de tus plantas. Si cultivas en macetas, puedes colocarlas alrededor en forma de círculo, lo que impedirá que las babosas y los caracoles se suban por ellas.
Si cultivas en parterres, pon alrededor una barrera con láminas de cobre para detener a la gran mayoría de estos intrusos viscosos.
Qué debes evitar cuando proteges tus plantas de babosas y caracoles
Muchos cultivadores de marihuana utilizan pesticidas y gránulos para babosas/caracoles en un intento por combatir estas "plagas". No estamos de acuerdo con estos métodos. Además de ser una solución desproporcionada para este problema, repercuten de forma negativa en el medio ambiente en general. Los pesticidas acaban en el agua y la tierra, envenenando el sustrato. Y los gránulos pueden incorporarse a la cadena alimenticia cuando los depredadores se alimenten de animales que los han consumido. Así que no los uses.
Si quieres deshacerte de caracoles y babosas, no tienes por qué declararles la guerra. Existen muchos métodos no letales que puedes probar, y también puedes invitar a la naturaleza a tu jardín, y dejar que los depredadores hagan todo el trabajo, a la vez que potencias el ecosistema natural. Elige uno de estos métodos, y tendrás un cultivo de marihuana saludable y la conciencia tranquila.