¿Es posible colocarse en el espacio?
Fumar marihuana en el espacio es algo que todos queremos hacer. Pero ¿puedes pegarte un colocón en la luna? ¿Y cultivar hierba en Marte?
Todos hemos tenido momentos en los que fumamos con nuestros amigos, las conversaciones se vuelven divertidas y extrañas, y todos terminamos imaginando cosas fantásticas. Un tema conduce a otro y, de repente, hablan sobre hacer submarinos en un traje espacial. Fumar en el espacio. Suena increíble.
"¿El astronauta no sufriría de falta de oxígeno?"
"No, diseñaríamos un sistema de ventilación especial que permitiría que el astronauta fume hierba sin afectar a los niveles de oxígeno".
De repente, tenemos el diseño de un traje espacial para fumar hierba, que es una idea millonaria, y te imaginas en un viaje espacial de 10 años de duración hacia quién sabe donde, fumando hierba y disfrutando del paisaje que ofrece nuestro sistema solar. Espectacular...
¿QUÉ DICE LA CIENCIA?
¿Es posible fumar marihuana en el espacio? Es probable que la respuesta sea afirmativa.
Sin embargo, algunos científicos sostienen que el funcionamiento de nuestro cerebro es diferente en el espacio. Según el Dr. Ivan Soltesz, neurocientífico de Stanford, las partículas energéticas solares, de las que estamos protegidos en la Tierra, pueden afectar a los receptores CB1 al estar en el espacio.[1]
Los receptores CB1 son fundamentales para el funcionamiento físico y cognitivo, y para poder estar colocado. Por lo tanto, estar fumado en el espacio quizás no sea posible. No obstante, hasta donde sabemos, nadie lo ha intentado, y para comprobar estas hipótesis, necesitamos voluntarios que quieran ser los fumetas espaciales pioneros. Por supuesto, estamos 420% seguros de que encontraremos interesados. ¿Alguien se apunta?
El problema sería que la NASA no permite que los astronautas se intoxiquen durante sus viajes, ya que podría perjudicar la misión en un entorno peligroso. Imagina estar muy colocado y que, de repente, un objeto espacial arranque una de las alas de tu nave espacial. Hay luces rojas parpadeando por todas partes. Los niveles de oxígeno disminuyen. Probablemente solo te preocupe que tu hierba no se pierda en el espacio, ya que sería un desperdicio. No hay tiempo. Estrés. Pánico. Histeria.
Por supuesto, este acontecimiento sería traumático. Recordemos que la humanidad se ha enfrentado a duros desafíos en el pasado y los ha superado con creces. Derrocamos regímenes totalitarios. Vencimos enfermedades mortales. Desarrollamos el maldito internet. Seguramente podamos ingeniárnosla para poder fumar marihuana en el espacio. Quizá Elon Musk tenga algunas ideas.
CULTIVO DE PLANTAS EN EL ESPACIO
Aunque, en el siglo XIX, Charles Darwin teorizó sobre la necesidad de la gravedad para que las raíces crezcan en la tierra, el primer experimento de cultivo de plantas en el espacio se realizó en 1999. Anna-Lisa Paul y Robert Ferl lanzaron una pequeña plantación en el transbordador espacial Columbia. Contrario a lo que creía Darwin, descubrieron que las plantas no necesitan de la gravedad para determinar la orientación de sus raíces.
Otras investigaciones realizadas por la NASA sugieren que el perfil genético de las plantas cambia en el espacio, donde algunas expresiones genéticas se activan o desactivan para soportar el entorno de gravedad cero. Las investigaciones sobre cómo se producen diferentes perfiles genéticos en el espacio nos pueden ayudar a comprender mejor la naturaleza de nuestras plantas en la Tierra y cómo estos perfiles espaciales pueden ser beneficiosos para los seres humanos.
En el 2015, tres astronautas probaron el primer vegetal cultivado en el espacio, la lechuga romana roja. Se cultivó en un sistema de cámara de cultivo especial denominado "Veggie", desarrollado por Orbital Technologies Corp. (ORBITEC), que fue especialmente diseñado para que las plantas crezcan en entornos de gravedad cero.
En el sistema Veggie, las semillas se colocan en almohadillas especiales, diseñadas para proporcionarles a las raíces lo necesario para que puedan crecer en ese entorno. El problema principal de cultivar plantas en el espacio es que el agua no es absorbida por el sustrato como en la Tierra.
En el espacio, el agua forma una bola y no se distribuye de forma pareja en las raíces. Esto hace que las raíces no reciban el oxígeno y los nutrientes que necesitan. La NASA ha resuelto este problema con estas almohadillas especiales e insertando mechas que absorben agua, a las cuales están adheridas las semillas en la dirección correcta, de modo que las raíces crezcan hacia abajo y el material vegetal hacia arriba. Las luces LED proporcionan los lúmenes necesarios para la fotosíntesis y ayudan a las plantas a crecer en la dirección correcta.
También existe otro diseño similar al de las almohadillas, diseñado por la NASA en el estado de Utah. Consta de pequeños triángulos de nylon rellenos que proporcionan una distribución del agua pareja para todas las raíces.
En la actualidad, la NASA está experimentando con otras plantas, como las zinnias, tomates enanos y pimientos ornamentales. Las expediciones de Space-X añaden nuevas fuentes para proporcionar a los investigadores más herramientas para el estudio. Además, están trabajando en un APH “Advanced Plant Habitat” (hábitat vegetal avanzado, en inglés), que permitirá que las plantaciones en el espacio se puedan analizar y automatizar completamente.[2] Gracias a esto, se podrá reunir datos más eficazmente, y los astronautas podrán navegar por el terreno de la plantación espacial.
CONCLUSIÓN: ESTAR FUMADO EN EL ESPACIO
Cada vez estamos más cerca de desarrollar sistemas de cultivo automatizados que nos proporcionarán vegetales en el espacio y en Marte. Sin embargo, las investigaciones son insuficientes.
Quién sabe, quizá cultivar cannabis en el espacio producirá estructuras genéticas interesantes que no se conocen en la Tierra, y conoceremos nuevos cannabinoides fantásticos. En cuanto a estar fumado en el espacio, aún no se sabe cómo la hierba afectaría al astronauta. No obstante, a medida que se desarrolla la idea de los viajes espaciales comerciales, se acerca el momento en el que se fumará el primer canuto en el espacio.