Descolocados (2017): Crítica de esta serie de TV para fumetas
Descolocados (2017) pretende ser un "subidón" en el género del humor de fumetas, pero que no pasa de ser un bajón.
Protagonizada por: Kathy Bates, Aaron Moten, Dougie Baldwin y Elizabeth Alderfer
Producida por: David Javerbaum y Chock Lorre
Cadena: Netflix
Duración: 2017
El cannabis se está normalizando, y ya no hay forma de ocultarlo.
En los últimos años se han estrenando una gran cantidad de series de televisión y de películas para todos los públicos en torno al cannabis y su cultura, y por desgracia esto no siempre es una buena noticia. Sí, Medio flipado, Superfumados o incluso Weeds estaban bastante bien, pero algunas no han estado a la altura y han provocado que la palabra "fumeta" se convierta en una mala broma.
Una de las últimas incorporaciones a este particular género es "Descolocados", una serie de Netflix que pretende ser un "subidón" en las comedias de fumetas, pero que en realidad es todo un bajón.
Esta sitcom gira en torno a un dispensario de marihuana medicinal de la ciudad de Los Ángeles, y pese a que parece que tiene todos los ingredientes para convertirse en una serie cómica de éxito, la verdad es que no lo consigue.
Esta serie ha sido creada entre otros por Chuck Lorre, del que te sonará su fantástico trabajo en "Dos hombres y medio" y "The Big Bang Theory". Si bien Descolocados tiene la misma onda, los mismos elementos e incluso la misma risa enlatada, molesta pero imperdible de las series anteriormente mencionadas, el experimento simplemente no funciona en Netflix, donde el estándar parece ser repetir palabras como "joder" con tanta frecuencia que lo acabas odiando.
Kathy Bates, una fanática defensora de la legalización del cannabis, interpreta a Ruth, la propietaria del establecimiento. Pero incluso si ella se encarga de llevar el peso de la serie con su fantástico talento, no es suficiente como para mantenerlo a flote. Los personajes de esta serie son una colección de malos estereotipos relacionados con el cannabis, pero con un pequeño toque hipster, y las predecibles bromas tratan prácticamente todas sobre la hierba.
Hay que reconocer que, en ocasiones, algunos gags y escenas son bastante divertidas, y que incluso tratan de abordar temas más serios sobre la marihuana y su legalización.
Dentro de todo lo que puedes encontrar en Netflix, a lo mejor te merece la pena verla mientras estás fumado. Y si tus expectativas no eran ya demasiado altas, quizás la segunda temporada sea mejor, pero también puede que la cancelen para estrenar algo bueno.