Cómo disimular un colocón: 10 consejos

Aunque la reforma de la marihuana ya está en marcha en toda Europa, sigue habiendo muchas situaciones en las que tenemos que ocultar que hemos consumido hierba. La vida sigue su curso a pesar de estar fumados.

A todos nos ha pasado; llega una visita sorpresa (del vecino o incluso de tus padres), tienes que ir de repente al supermercado (ya sea por un ataque de munchies u otra cosa) o cualquier otra situación en la que lo último que quieres es que se note que has estado fumando hace poco

Puede que los fumadores con experiencia ya sepan cómo comportarse, pero aun así, seguro que todavía recuerdan al menos una ocasión en la que la cosa se torció y resultó muy incómodo. Teniendo esto en cuenta, vamos a darte 10 consejos que te ayudarán a relajarte y a disimular que acabas de consumir marihuana. Más adelante, daremos más consejos sobre cómo evitar un colocón desde un principio, sin tener que renunciar por completo a la hierba.

¿Cómo puede darse cuenta alguien de que estás colocado/a?

Hay algunas señales reveladoras, por muy típicas que sean, de que una persona ha estado consumiendo marihuana. Por lo general, se nota menos en la gente que fuma de forma habitual, aunque siguen siendo evidentes para un ojo perspicaz.

Las señales físicas incluyen ojos rojos, capacidad de reacción retardada y poca coordinación muscular, sin mencionar los munchies. También hay señales en el plano psicológico que sugieren que alguien ha estado fumando (sobre todo un principiante), como un cambio repentino en el estado de ánimo o sentimientos de pánico y ansiedad crecientes y repentinos.

El olor a marihuana también persiste aunque te alejes del lugar donde has estado fumando, tanto en la ropa como en el pelo.

Cómo disimular que estás colocado/a

Hay varias formas de disimular que estás bajo los efectos de la marihuana. Obviamente, también es necesario que te des cuenta de que efectivamente estás colocado/a, y que quizás debas ocultarlo.

1. Refréscate

Lo primero que debes hacer es asearte un poco. Lávate la cara con agua fría o dúchate y cámbiate de ropa, si es posible. Lávate los dientes, haz gárgaras y cepíllate el pelo.

2. Ventila el ambiente donde has fumado

Hay un montón de ideas que se pueden aplicar al respecto. Abrir las ventanas para que entre un poco de aire fresco, encender incienso o velas aromáticas, pulverizar un poco de ambientador o colonia, encender la campana de la cocina y los ventiladores de techo. Si nada de esto te soluciona la situación, o no te resulta factible, quema un poco de comida rápidamente. Poner unos cuantos granos de café alrededor de una vela pequeña ayuda a que el aire se llene rápidamente del olor a café. Y en caso de apuro, también puedes hervir un poco de vinagre.

Recuerda que el consumo habitual de marihuana significa que es muy probable que el olor permanezca en alfombras, cortinas e incluso muebles. Ventila el ambiente cuando fumes para evitar que se impregne el olor. Puede que a ti te guste, pero posiblemente no sea así para la gente contraria a la marihuana que te visita por sorpresa.

3. Hidrátate

Bebe mucha agua. Esto te limpiará el organismo. Además, existen varias bebidas en las que puedes confiar. Un buen sustituto son las infusiones de hierbas (de diente de león y manzanilla). El zumo de limón también es bueno para desintoxicar. Los zumos de naranja y arándanos son excelentes si ya no te entra ni una gota más de agua. Pero tampoco te olvides de los colirios a la hora de hidratarte por dentro. Los ojos rojos suelen ser resultado de una presión arterial baja, así que dale a tus ojos un poco de oxígeno.

4. ¡Come!

Tanto si tienes un ataque de munchies como si no, comer después de fumar es una buena forma de traerte de vuelta a la Tierra. La comida basura rica en grasas (pizza, hamburguesas, patatas fritas, helado) puede ser lo típico que apetece a los fumetas, pero recuerda no caer en la tentación con demasiada frecuencia. Hay opciones más saludables, como verduras frescas (con salsas), frutas o yogur (incluso en versión congelada). Si fumas con frecuencia, es posible que debas organizarte para enfrentarte a los munchies de forma saludable. ¡Evita el exceso de calorías!

5. Mastica un poco de pimienta negra

Una forma de intentar volver a la realidad y disimular un colocón es comer un poco de pimienta negra. Masticar granos de pimienta negra puede sonar extraño, pero contiene compuestos que interactúan con los receptores cannabinoides del cerebro. Se suele decir que esto podría ayudar a aliviar la sensación de ansiedad y paranoia asociada con el consumo excesivo de marihuana, aunque todavía no hay pruebas de ello.

6. Motívate

Cuando alguien interrumpe tu subidón (o los planes que tenías para disfrutar de él), puede ser difícil encontrar la motivación para interactuar o entrar en acción. Pero la realidad es que no puedes deshacerte de esas personas sin más (o de cualquier otra situación que interfiera en tus planes) simplemente por fuerza de voluntad. Aguanta, respira hondo, concéntrate e interactúa lo mejor que puedas, porque esto también pasará. ¿Necesitas un pequeño empujón para conseguirlo? ¡Date una ducha fría y tu estado de ánimo cambiará enseguida!

7. Ponte gafas de sol

Usa gafas de sol incluso de noche, si es necesario. Es una forma de ir a la moda que además cubre muchos pecados, empezando por esos ojos inyectados en sangre.

8. Esconde la hierba

Lo más lógico cuando llega una visita inesperada es que te asegures de guardar y esconder tu hierba. Por lo general, la mejor manera de que tu hierba se mantenga fresca es conservarla en un recipiente de vidrio hermético. Pero además, poner ese recipiente fuera de la vista es otro requisito para conservar tu privacidad. Si tienes niños en casa (o cerca), guárdalo en un lugar escondido y difícil de encontrar, preferiblemente con un candado.

9. Quédate en segundo plano

Por lo general, es mejor ser lo más discreto/a posible con la gente, especialmente si eres la única persona que acaba de fumarse un porro bien gordo. Esto puede ser difícil si eres de esas personas a las que la marihuana les suelta la lengua. Hablar mucho (o reírse de cosas tontas) es una señal evidente de que te acabas de rendir a la “lechuga del diablo”. Pero claro, puede ser una situación difícil de soportar. A veces, es muy fácil alejarse y no prestar atención a la conversación, hasta que llega alguien que te pregunta directamente, por sorpresa.

10. Relájate

Los nervios también pueden ser tu perdición. Procura estar quieto/a y no moverte. Recuerda que cualquier sensación de ansiedad pasará, y si actúas con relativa normalidad, nadie se dará cuenta.

Respira hondo y piensa en algo que te guste realmente. No es tan grave.

Cómo no colocarse con marihuana

Por supuesto, la mejor manera de no ser víctima de este tipo de situaciones es no consumir marihuana directamente. Pero no todo el mundo quiere renunciar al THC. Dicho esto, algunos consumidores medicinales, por ejemplo, prefieren evitar el subidón asociado a la hierba a la vez que se benefician del resto de cualidades de la planta. Lo mismo ocurre con quienes no quieren dejar de colocarse, pero deben limitar su consumo por motivos personales o profesionales.

Aquí tienes algunas maneras de no colocarte con marihuana, sin renunciar del todo a la planta.

Microdosis

Tomar pequeñas dosis de marihuana, ya sea por vía oral o inhalada, es una forma de beneficiarte de los cannabinoides sin colocarte en exceso. Para encontrar tu microdosis ideal hace falta experiencia, pero una vez que la encuentres, podrás disfrutar del THC sin ataques de risa floja ni munchies.

Toma un poco de CBD

El CBD es un compuesto no psicotrópico que provoca una serie de sensaciones sin causar euforia o efectos psicotrópicos. También se cree que el cannabinoide interactúa con el THC de una manera que limita su psicoactividad.

El CBD se puede tomar en forma de aceite por vía oral o sublingual (debajo de la lengua), y se puede fumar, vapear o ingerir en forma de flores, concentrados y comestibles de CBD, evitando los efectos psicotrópicos a la vez que disfrutas de los cannabinoides.

Usar productos tópicos de marihuana

Otra forma de evitar colocarse cuando consumes THC y otros compuestos de la marihuana es aplicar hierba por vía tópica. Así es, las cremas y pomadas de marihuana se pueden aplicar en determinadas zonas del cuerpo para ejercer efectos locales, sin penetrar en el torrente sanguíneo.

Comer marihuana cruda

La marihuana cruda ofrece muchos beneficios nutricionales. Como las hojas verdes y frescas de marihuana no se descarboxilan (no se activan con el calor), los cannabinoides del interior actúan como precursores ácidos y no provocan efectos psicotrópicos. En otras palabras, puedes beneficiarte del perfil nutricional del "verde" sin llegar a colocarte como cuando consumes comestibles.

Las hojas y flores de marihuana cruda están repletas de vitaminas y minerales como hierro, ácido fólico, calcio y vitaminas C y K. La marihuana cruda también contiene terpenos, que ofrecen sus propios efectos fisiológicos únicos.

¿Colocarse o no colocarse?

Hay muchas opciones para un consumidor de marihuana. “Colocarse”, al igual que tomar unas copas, es la opción para mucha gente y, además, cada vez está más demostrado que tiene menos efectos adversos que otras sustancias utilizadas como lubricantes sociales. Para algunas personas, consumir marihuana de forma desinhibida no es una opción, y el hecho de encontrar el modo de minimizar un buen colocón es muy importante.

Además, para tener una relación fructífera con la marihuana, es necesario encontrar la forma de atenuar los efectos adversos de fumar. Afortunadamente, la experiencia hace que sea mucho más fácil, y dado el buen perfil de seguridad general de los cannabinoides derivados de la marihuana, puedes tener la certeza de que cualquier efecto adverso o inconveniente pasará enseguida.