Cómo empezar a cultivar marihuana en interior en 10 sencillos pasos
El cultivo de cannabis puede ser intimidante, pero no tiene por qué ser así. Descubre aquí 10 sencillos pasos para empezar a cultivar en interior.
Si consumes marihuana, ya sea con fines recreativos o medicinales, lo más seguro es que alguna vez hayas pensado en cultivar tu propia hierba. Afortunadamente, el cultivo interior de cannabis no es tan difícil como se suele pensar. Aquí tienes 10 sencillos pasos para empezar a cultivar hierba en interior hoy mismo:
1. ENCUENTRA UN ESPACIO PARA CULTIVAR
El primer paso hacia el cultivo interior de marihuana es encontrar un buen espacio para cultivar. Y aunque los cultivadores novatos suelen creer que van a necesitar un montón de espacio para sus plantas, en realidad no es así.
De hecho, te sorprenderá saber que puedes cultivar hierba de calidad en prácticamente cualquier sitio, incluyendo armarios, garajes, sótanos o alguna habitación vacía.
Obviamente, un espacio grande sería lo ideal, ya que te permite separar bien tus plantas y trabajar más cómodamente. Pero ten en cuenta que los espacios grandes también necesitan una mayor iluminación y ventilación, lo que a su vez incrementa los costes.
A la hora de elegir tu espacio de cultivo interior, no olvides tener en cuenta lo siguiente:
- Las plantas de cannabis tienen unas exigencias bastante rigurosas en cuanto a la luz. Tus plantas van a necesitar periodos de oscuridad total en los que no deben ser molestadas por ninguna luz procedente del exterior, ya que podría provocarles estrés y afectar a su salud y productividad.
- Temperatura/humedad: la temperatura y la humedad son factores sumamente importantes a la hora de cultivar cannabis. Deberás cultivar en un entorno en el que tengas el máximo control posible sobre la temperatura y el nivel de humedad, con el fin de maximizar el potencial de tu/s planta/s.
- Las plantas de cannabis necesitan mucha ventilación. La circulación del aire ayuda a mantener unos niveles constantes de temperatura y humedad en todo el cuarto de cultivo. Una mala ventilación puede causar muchos problemas a tus plantas, que además correrán el peligro de desarrollar moho y otras enfermedades.
2. INSTALA PAREDES REFLECTANTES
Una vez que tengas en espacio de cultivo adecuado, deberás empezar a prepararlo para tus plantas. El primer paso es instalar paredes reflectantes.
Las paredes reflectantes ayudan a dirigir la máxima cantidad de luz posible hacia las plantas, lo que resulta en unas enormes y potentes cosechas de cogollos deliciosos. Con ello, estarás aumentando la potencia de tus lámparas sin incrementar tu gasto en electricidad.
De hecho, las paredes reflectantes pueden aumentar la potencia de tus luces en hasta un 30%. Y lo mejor de todo, instalar paredes reflectantes es muy sencillo.
Hay varias opciones para la instalación de paredes reflectantes en el área de cultivo:
- Armarios de cultivo: los armarios de cultivo son una opción muy popular entre los cultivadores de interior. Disponen de paredes reflectantes especialmente diseñadas para las lámparas de cultivo. Esto significa que no se derretirán con el calor de las luces, y ofrecen el mejor nivel de reflectividad de todas las opciones aquí enumeradas. Los armarios de cultivo también son muy fáciles de montar y suelen venir con todo lo necesario para producir una cosecha estupenda. Comprueba que no se formen burbujas ni bolsas en las paredes del armario, ya que esto disminuiría su reflectividad.
- Pintura de látex blanca mate: la pintura de látex blanca mate está disponible en todas las tiendas de pintura y ofrece una extraordinaria reflectividad (de entre un 85 y 95%). Además, es muy fácil de aplicar y no crea bolsas ni burbujas (como las paredes de un armario de cultivo), que pueden disminuir la reflectividad del espacio.
- Film plástico panda: el film panda es un tipo de plástico que se puede instalar fácilmente sobre las paredes del cuarto de cultivo con la ayuda de clavos o velcro. También ofrece un estupendo nivel de reflectividad, parecido al de la pintura de látex blanca mate (85-95%). Pero el plástico panda puede ser caro, sobre todo si necesitas mucha cantidad. Además, se podría derretir debido al calor de las luces de cultivo. Al igual que con las paredes del armario de cultivo, deberás evitar que se formen burbujas o bolsas en el plástico.
3. TAPA LAS FITRACIONES DE LUZ
Recuerda que las plantas de cannabis son muy sensibles a la luz, especialmente durante el período de oscuridad. Cualquier luz que penetre en el espacio de cultivo durante esta fase puede perturbar el ritmo de las plantas y causarles mucho estrés.
Los cultivadores suelen debatir sobre cuánto afectan a las plantas las filtraciones de luz. Algunos sostienen que hasta las más mínimas causan un estrés innecesario a la planta, mientras que otros creen que esto es un poco exagerado.
Nosotros confiamos en los primeros y siempre aconsejamos a los nuevos cultivadores que dediquen un tiempo a comprobar las filtraciones de luz en sus cuartos de cultivo.
A la larga, las filtraciones de luz podrían atrofiar el crecimiento de la planta y afectar tanto al tamaño como a la calidad de sus cosechas. En algunos casos, esta luz también puede causar hermafroditismo.
Comprobar que no haya filtraciones de luz es muy fácil. Si vas a cultivar en un cuarto, enciende las luces, sal fuera, y busca pequeños rayos de luz que salgan de él. Al fin y al cabo, si la luz sale del cuarto, puedes estar seguro de que también va a entrar.
Y después haz lo contrario: permanece dentro del cuarto de cultivo con las luces apagadas y busca posibles filtraciones de luz. Por lo general, se suelen encontrar alrededor de las ventanas y puertas.
Si vas a cultivar en un armario de cultivo, un armario ropero, o cualquier otro espacio en el que no puedes entrar físicamente, haz la prueba desde fuera, y busca cualquier fuga de luz de las luces de cultivo.
Si encuentras alguna fuga, asegúrate de taparla. La forma de hacerlo variará según el tamaño y el lugar de la fuga. Algunas opciones populares son:
- Cinta aislante: es barata y se puede colocar con facilidad sobre las grietas de puertas y ventanas, así como en las aberturas de las paredes reflectantes.
- Plástico panda: excelente para tapar filtraciones grandes, y se puede utilizar para cubrir grandes superficies como puertas y ventanas enteras. Es más caro que la cinta aislante, pero también es muy eficaz.
4. INSTALA UN FILTRO DE AIRE
A menos que tengas la suerte de vivir en una zona donde el cultivo de hierba es legal, lo más probable es que quieras mantener tu operación de cultivo en secreto. Para ello, deberás mitigar el aroma de tus plantas.
Una de las mejores formas de hacer esto es con un filtro de aire. Estos filtros literalmente purifican el aire del espacio de cultivo y eliminan cualquier olor.
La mayoría de cultivadores de cannabis optan por filtros de carbono o depuradores, que son la misma clase de filtros que se utilizan para las emisiones de los automóviles, por lo que puedes estar seguro de que van a hacer un buen trabajo en tu cuarto de cultivo.
La explicación científica de estos filtros es muy simple: el aire pasa a través de ellos, que contienen carbón activo que absorbe el olor y otras impurezas del aire antes de volver a liberarlo.
La forma más común de instalar filtros de carbono es conectarlos a tu sistema de extracción (descrito a continuación). De esta forma, el aire caliente del interior del cuarto pasa a través del filtro y se purifica antes de ser emitido al exterior.
Si solo vas a cultivar 1 o 2 plantas, probablemente podrás ocultar el olor sin necesidad de usar un filtro. Sin embargo, todo cultivo de mediano a grande debe tener un filtro y un sistema de extracción de calidad para evitar llamar la atención.
5. INSTALA UN SISTEMA DE VENTILACIÓN
Al principio de este artículo hemos mencionado la importancia de la circulación del aire para las plantas de cannabis. Instalar un sistema de ventilación de calidad es la mejor forma de garantizar que tus plantas reciban aire fresco durante todo su ciclo de vida.
En la naturaleza, las plantas crecen con una suave brisa, que las protege del moho, la podredumbre y el mildiú polvoroso, así como de plagas como la mosca del mantillo, los ácaros y muchas más.
Además, una circulación constante de aire también ayuda a gestionar el calor/humedad del entorno de las plantas, y elimina la humedad después de fenómenos meteorológicos como la lluvia. Por último, los vientos suaves también ayudan a las plantas a desarrollar ramas y tallos fuertes, al doblarse y balancearse en la brisa.
Cuando cultivas cannabis en interior, tus plantas no tienen que soportar lluvias, pero seguirán siendo susceptibles a muchas de las plagas y enfermedades que afectan a las plantas de exterior. Por lo tanto, deberás instalar un sistema de ventilación de calidad para proporcionarles la cantidad de circulación de aire que necesitan.
La forma más fácil de aumentar la circulación del aire en un cuarto de cultivo es con ventiladores. La mayoría de cultivadores colocan unos cuantos ventiladores de pared de forma estratégica por todo el cuarto de cultivo para crear una brisa suave pero constante por todo el entorno de las plantas.
Para ayudar a controlar el calor y la humedad de un espacio interior de cultivo, muchos cultivadores también instalan un sistema de extracción diseñado para retirar el aire viejo y caliente del cuarto de cultivo y dejar sitio para el aire fresco.
La mayoría de cultivadores instalan su extractor por encima de las luces de cultivo, donde se suele acumular el aire caliente, y utilizan unos cuantos ventiladores corrientes para mantener el aire en continuo movimiento.
Aquí tienes unos consejos para instalar ventiladores y sistemas de extracción en tu espacio interior de cultivo:
- No coloques ventiladores fuertes directamente sobre las plantas. En su lugar, intenta crear un flujo constante de aire a través del dosel.
- Comprueba todas las áreas del cuarto de cultivo después de instalar los ventiladores para asegurarte de que el aire se mueva por todo el cuarto/zona.
- Recuerda: los vientos fuertes pueden causar estrés y dermatitis por viento a tus plantas. Opta por una brisa suave pero constante.
6. INSTALA LUCES DE CULTIVO
Las luces de cultivo son el centro de la operación de cultivo interior. Al fin y al cabo, las plantas de cannabis necesitan mucha luz para crecer y producir deliciosos cogollos.
Las luces se deben instalar de manera que abarquen tantas plantas como sea posible. Probablemente desees experimentar con la colocación de tus plantas para garantizar que todas reciban una buena cobertura.
Recuerda que las luces de cultivo se pueden calentar, por lo que deberás colocarlas lejos de cualquier tipo de material inflamable.
Hay cientos de luces de cultivo disponibles. Escoger las más adecuadas dependerá del tamaño de tu cuarto de cultivo, tu experiencia con el cannabis, y tu presupuesto.
Aquí tienes algunas de las opciones más populares para cultivar hierba en interior:
- Lámparas fluorescentes compactas (CFL): probablemente la opción de iluminación más popular entre cultivadores novatos. Son bastante baratas, pero carecen de la potencia de las luces profesionales de cultivo, como las mencionadas a continuación.
- Lámparas fluorescentes (T5 / T8): los tubos fluorescentes T5 y T8 suelen estar diseñados para usarse con plantas que requieren una luz de menor intensidad que el cannabis. Por lo que se tienden a instalar muy cerca de la parte superior de las plantas. No obstante, algunos cultivadores obtienen buenos resultados con estas lámparas.
- Luces de cultivo LED: la iluminación LED es mucho más cara que las opciones fluorescentes que hemos mencionado, pero también es mucho más potente y proporciona mucha luz a tus plantas, siempre que se utilicen de forma adecuada. Si decides usar luces LED, no olvides investigar el modelo específico para asegurarte de que las instalas correctamente.
- Lámparas de haluro metálico (HM) y de sodio de alta presión (HPS): estas son las mejores luces para el cannabis. Son muy potentes, relativamente baratas y muy fáciles de instalar. La mayoría de cultivadores de interior optan por luces de haluro metálico o de sodio de alta presión.
7. MONTA LOS ACCESORIOS
Ya hemos cubierto la mayoría de los artículos grandes que vas a tener que instalar en tu cuarto de cultivo. Una vez que tengas todo esto organizado, es el momento de adquirir e instalar las partes y accesorios más pequeños.
Aquí tienes una lista de algunos de los artículos adicionales que vas a necesitar para tu espacio de cultivo interior:
- Macetas: el tamaño dependerá de lo grande que quieras que sean tus plantas.
- Medidor de pH: para medir el nivel de pH del suelo y garantizar un buen entorno para tus plantas.
- Higrómetro/termómetro: para medir los niveles de temperatura y humedad del espacio de cultivo.
- Medio de cultivo/suelo: se pueden utilizar diferentes medios de cultivo para el cannabis. Elegir el adecuado dependerá de tus habilidades y preferencias como cultivador.
- Tijeras: para podar las plantas.
- Pulverizador: para aplicar plaguicidas.
- Cubos.
- Nutrientes y fertilizantes: para alimentar a tus plantas.
- Temporizadores: para controlar de forma automática las luces de cultivo.
8. INTRODUCE LAS PLANTAS
Si sigues los 7 últimos pasos, tendrás un cuarto de cultivo decente. Ahora, lo único que necesitas son unas cuantas plantas para empezar.
Comienza eligiendo la variedad que vas a cultivar. Hay miles de variedades distintas, cada una de ellas con sus ventajas e inconvenientes, pero la que elijas dependerá totalmente de ti. Y lo que es más importante, cultiva una variedad que vayas a disfrutar cuando la fumes, pero que se adapte a tu experiencia y entorno de cultivo. Puedes aprender más acerca de las diferentes variedades de cannabis con nuestra base de datos.
Una vez hayas elegido una variedad, es hora de cultivar las plantas. Hay varias formas de hacerlo, entre ellas:
- A partir de la semilla: es muy común, pero deberás saber cómo germinar las semillas. Si eliges este método, te recomendamos usar semillas feminizadas para evitar tener que lidiar con machos (a menos que estés pensando en hacer cruces).
- A partir de esquejes: algunos cultivadores prefieren comprar esquejes para no tener que germinar sus propias semillas. Si eliges hacer esto, no olvides obtener tus esquejes de una fuente fiable.
9. SE PACIENTE Y CARIÑOSO
Una vez que hayas plantado tus plantones/esquejes, ha llegado el momento de ser paciente. El cultivo de una buena hierba lleva tiempo, y tendrás que prestar especial atención a las necesidades de tus plantas.
Las plantas de cannabis tienen 2 fases de crecimiento. La fase vegetativa se caracteriza por un vigoroso crecimiento vegetativo, y en ella las plantas desarrollan las "yemas" de los cogollos. Después, tras aproximadamente unas 4 semanas, las plantas entran en el período de floración, durante el cual concentran toda su energía en desarrollar grandes y hermosos cogollos.
Los detalles exactos del cultivo de cannabis varían en función de la variedad que se cultiva, así como de los fenotipos con los que se trabaja. Lo más importante es prestar especial atención a las plantas y leer de forma habitual nuestros artículos de cultivo para encontrar consejos sobre entrenamiento, fertilización, poda, etc.
10. COSECHA
Tras 6-12 semanas, tus plantas de marihuana estarán listas para la cosecha.
Lo primero que notarás es que tus cogollos dejarán de desarrollar esos pelos blancos. Las plantas también serán muy aromáticas, y los cogollos tendrán un aspecto muy abultado.
A continuación, observarás como los pistilos blancos se volverán lentamente más oscuros, adquiriendo, por lo general, un ligero tono rojo o anaranjado. Estos pelos también comenzarán a rizarse hacia dentro a medida que maduran los cogollos.
Deberás esperar hasta que al menos el 40% de los pistilos de los cogollos hayan empezado a oscurecerse. Esto marca el principio de la cosecha. Los cogollos cosechados en este momento suelen tener un efecto más edificante y son un poco menos potentes.
Algunos cultivadores esperan un poco más para cosechar, hasta que el 50%-70% de los pistilos se hayan oscurecido. Se dice que es el momento en el que el nivel de THC de los cogollos se encuentra en su punto más alto. Los cogollos cosechados a partir de entonces, tienen un efecto más relajante.
Una vez que hayas recolectado tus cogollos, es hora de recortarlos y secarlos, lo que podría llevar hasta 2 semanas. Deberás secar los cogollos lentamente colgándolos boca abajo, y almacenarlos en frascos herméticos de vidrio.
Una vez que hayas recolectado y curado tus cogollos, es hora relajarse, liar un canuto y disfrutar del fruto de tu trabajo.
Recuerda que esta información es general y está pensada como introducción básica de los diferentes pasos necesarios para cultivar cannabis. No olvides echar un vistazo a nuestro blog a menudo para leer más artículos sobre los distintos aspectos del cultivo interior de marihuana.