VIP de la marihuana: Marc Emery
Marc Emery se ha hecho famoso en los últimos veinte años por ser un activista y emprendedor del cannabis. ¿Quién es Marc Emery?
El emprendedor y activista canadiense es conocido por su apasionada defensa del cannabis. Siempre sin miedo a luchar, Emery ha ayudado a liderar el debate sobre la legalización.
Marc Emery es un activista canadiense de varias causas, entre las que se incluye la del cannabis durante al menos los últimos 30 años. Hace poco ocupó las portadas de la prensa internacional por su dramático arresto en relación con el cannabis. Fue detenido en el aeropuerto de camino a un festival cannábico en España.
Independientemente de esta cuestión, sus actividades tienen un tema en común. Emery es conocido por su pasión por la planta. Por no decir su pasión en general.
Su activismo le ha proporcionado muchos fans, y también numerosos detractores. Dicho esto, no se puede negar su constante presencia en muchos debates de actualidad. La legalización del cannabis es el más persistente de todos.
¿QUIÉN ES EL "PRÍNCIPE DE LA MARIHUANA"?
Emery es un empresario, político libertario y activista canadiense que ha estado en prisión varias veces.
Inició su andadura emprendedora muy joven. A los 9 años, empezó a hacer dinero con sellos. Dos años más tarde, creó un negocio de venta de cómics por correo. A los 17, Emery abandonó los estudios para perseguir sus sueños, y sería entonces cuando iniciase su primer negocio con libros.
Su activismo político también comenzó temprano. Trabajó en la campaña de 1979 del New Democratic Party, lo que le condujo a ocupar un cargo político. También se mostró como un luchador nato que claramente no tenía miedo de enfrentarse a las leyes, con acciones como contratar personal para trabajar los domingos. También empezó a vender productos prohibidos.
Cuando Emery se trasladó a Vancouver en 1994, su lucha por el cannabis se intensificó. Abrió una tienda llamada Hemp BC, que desempeñó un papel importante en la expansión del entonces minúsculo mercado canadiense de artículos para el cannabis. En aquella época, los bongs y las pipas eran ilegales. Para finales de ese mismo año, Emery había obtenido su derecho a vender la revista High Times, impugnando el fallo del tribunal.
En 1995, apareció en el Wall Street Journal debido al éxito de su negocio de semillas de cannabis. A partir de entonces, su fama internacional aumentó.
INFLUENCIA DE EMERY EN LA LUCHA A FAVOR DE LA MARIHUANA
Emery ha invertido repetidas veces, y en creativas formas, su voz y su dinero en la causa, como con retos políticos, esfuerzos empresariales para desafiar las leyes, y un uso efectivo de los nuevos medios de comunicación. Ha utilizado sus enfrentamientos legales de forma estratégica, en particular, para fomentar el interés de los medios. Y, por supuesto, haciendo que el cannabis sea más legal.
También tiene grandes habilidades políticas. De hecho, en el 2000, ayudó a fundar el Partido de la Marihuana de Canadá, convirtiéndose en el líder del cabildo de la provincia de British Columbia. Desde ese puesto, también incitó sin descanso al debate sobre la legalización en Canadá.
En el 2003, cuando este debate se paralizó, encabezó un "Summer of Legalization Tour" con el que visitó 18 ciudades del país para animar a la gente a fumar cannabis delante de la policía. ¿La finalidad? Demostrar que la marihuana ya era legal en Canadá.
MARC EMERY CONTRAATACA
Cuando Emery empezó a tener éxito, tuvo que enfrentarse a un creciente rechazo por parte de las autoridades. En el 2004, cumplió 61 días de una condena de 92 en Saskatoon. Fue condenado por "tráfico de drogas" porque un testigo afirmó que le vio pasando un canuto.
En el 2005, fue arrestado por las autoridades canadienses a petición de los Estados Unidos. Se produjo una redada en su librería BC del Marijuana Party. Además, fue arrestado en Nova Scotia mientras asistía a un festival del cáñamo. Su detención fue anunciada por las autoridades de EE.UU. como el final de un importante vínculo con el "tráfico de drogas y la propaganda".
En libertad bajo fianza de 50.000 dólares, Emery tuvo que enfrentarse a la extradición y acabó en la cárcel tras un acuerdo de culpabilidad en el que exigió la puesta en libertad de sus amigos, que también habían sido acusados. Cumplió algo más de cuatro años de una sentencia de cinco en las prisiones federales de Georgia y Mississippi. En el 2014, Emery regresó a Canadá tras su liberación.
LA LIBERTAD DE EMERY CONTINÚA EN PELIGRO
Emery ha pagado un precio personal y económico muy alto por su dedicación a la causa. La idea de ir a la cárcel por distribuir material sobre marihuana está sumamente anticuada. Pero que el gobierno estadounidense pueda extraditar y encarcelar a un extranjero en suelo no patrio por este tipo de actividades, es aún peor.
Los problemas jurídicos de Emery supusieron una enorme atención para la causa de la legalización, lo que a su vez permitió que se empezara a potenciar la siguiente ola de activismo. En varios países. De hecho, es difícil subestimar la influencia de Emery a la hora de definir el debate, aunque su libertad individual fuera sacrificada.
En la actualidad, Emery todavía sigue generando polémica. Y forzando los avances. Tanto él como su esposa abrieron seis "dispensarios" de Cannabis Culture en Quebec en diciembre del 2016. Todo ello a pesar de que la marihuana se encuentra en estos momentos en mitad de un cambio en cuanto a legislación y normativas. Emery y su esposa fueron detenidos. Pero sin dejarse intimidar, se negaron a dejar de abrir dispensarios.
Ambos fueron arrestados otra vez mientras planeaban una visita a la Spannabis del invierno año pasado, acusados de conspiración para cometer un delito punible y traficar con drogas.
En marzo del 2017, se ejecutaron unas órdenes de registro en los dispensarios de Emery de Toronto, Vancouver y Hamilton, como parte de una labor policial específica contra los dispensarios de marihuana.
En estos momentos, la pareja tiene prohibida la posesión y el consumo de marihuana, así como la entrada a cualquiera de sus antiguas tiendas.[1] También se les ha prohibido la gestión de dichos establecimientos. Dicho esto, los establecimientos siguen funcionando.
La guerra continúa.
¿QUÉ LE DEPARA EL FUTURO A MARC EMERY?
Emery seguirá siendo una piedra en el zapato para las autoridades. ¿Por qué? Porque continúa presionando los límites del debate de una forma que define el problema a nivel global. En otras palabras, ¿por qué debería Emery enfrentarse a una pena de cárcel por distribuir un producto legal? Y aparte de Emery, ¿por qué debería hacerlo cualquiera?
Dado el cambiante panorama político nacional, no es muy probable que Emery siga siendo perseguido por sus actividades en las librerías y dispensarios. De hecho, a partir del próximo año, podrían archivarse todas las cuestiones pendientes. Puede que esa sea su intención para avivar las llamas, pero no lo sabemos.
Lo que sí consigue Emery con sus negocios y activismo, es poner de manifiesto lo mucho que le queda por recorrer al movimiento. Esperamos seguir viéndolo a la vanguardia de esta lucha durante mucho tiempo.