Correr estando colocado: ¿el entrenamiento definitivo?

A pesar de aún existen pocas pruebas científicas, cada vez hay más pruebas anecdóticas. En concreto, los corredores de resistencia están comenzando a pregonar los cannabinoides como un suplemento para corredores. Hay pruebas científicas que sugieren que esto puede deberse al THC acumulado en la grasa corporal.

Mientras que la marihuana medicinal es cada vez más presente, ahora se habla de su aplicación en el mundo deportivo. Se considera beneficiosa por su efecto analgésico, y su consideración como “suplemento de salud” va en aumento. Tanto los atletas esporádicos como los más dedicados, comienzan a usar cannabis para mejorar su rendimiento deportivo y mental.

Esto incluye a los corredores. ¿Por qué? ¿Realmente ayuda?

¿PUEDEN LOS CANNABINOIDES AYUDAR EN EL RENDIMIENTO ATLÉTICO?

En general, la respuesta a esta pregunta sigue siendo anecdótica. Aún no se han destinado recursos a grandes estudios sobre cannabis y atletas. Es fácil entender por qué. Por ahora, en la mayoría de deportes se penaliza a los atletas por consumir cannabis. Pero es posible que esto empiece a cambiar, comenzando por la Liga Nacional de Futbol Americano. El efecto analgésico del cannabis es un gran atractivo; concretamente, si se compara con los opioides.

¿Cómo afecta el cannabis al rendimiento cardiovascular cuando se hace ejercicio? Y más allá de esto ¿cómo afecta a la resistencia, fortaleza y al enfoque mental?

Un estudio realizado hace 30 años, que últimamente ha despertado interés, afirmaba que fumar marihuana antes de hacer ejercicio reducía la resistencia.[1]

Estudios más recientes también sugieren que el cannabis puede tener propiedades ergolíticas, es decir, con un impacto negativo en el rendimiento deportivo. Entre otras cosas, puede reducir la capacidad de trabajo y el gasto cardíaco. Dicho de otro modo, si estás colocado, puede que los músculos de tu corazón y pulmones no funcionen a la capacidad máxima.

Pero existe abundantes evidencias no científicas de que los atletas sienten que actúan mejor con cannabinoides. Esto incluye deportistas de alto impacto, como esquiadores. También incluye corredores de fondo y de resistencia. Muchos de estos afirman que les ayuda a entrar en la onda. Esto significa superar la ansiedad, el miedo, el dolor, o la combinación de estos.

Cuando los atletas son capaces de tener un enfoque mental, pueden mejorar su rendimiento.

También puede significar mayor descanso y recuperación. Y esto comienza con una buena noche durmiendo.

De hecho, el cannabis puede ayudar en muchos aspectos.

¿CÓMO AYUDA EL CANNABIS A LOS CORREDORES?

Correr largas distancias requiere que los atletas se preparen para un largo período de esfuerzo cardíaco, más allá de lo normal; incluso si la distancia es de tan sólo un par de kilómetros. El cuerpo necesita calentarse. Cuando el corazón comienza a aumentar sus latidos, la sangre empieza a fluir más rápido. A medida que el cuerpo se acelera, la respiración, la temperatura y la circulación cambian el ritmo. Parece lógico pensar que el cannabis puede ayudar a calmar el cuerpo después de entrenar.

Si realmente los cannabinoides son reguladores metabólicos, es posible que esto pueda, al menos inicialmente, interferir o impedir una nueva marcha (entendiendo el cuerpo humano como si fuera un coche). Tal vez los cannabinoides puedan facilitar que el cuerpo alcance un rendimiento superior. Como el embrague del coche.

No obstante, a medida que comienza el ejercicio y el cuerpo se va adaptando, ¿pueden los cannabinoides ayudar al atleta a mantener esa mayor actividad con el tiempo? ¿Incluyendo distraer a la mente y aliviar el dolor corporal?

¿Puede el cannabis alargar o intensificar el subidón natural de endorfinas, conocido como el “subidón del corredor”?

De momento, esta preguntas no tienen respuesta. Entre muchas otras.

Cualquier actividad atlética requiere enfoque mental y esfuerzo físico. El cannabis obviamente puede tener estos efectos en mucha gente.

¿CÚALES SON LOS BENEFICIOS DE CORRER COLOCADO?

Un estudio relativamente reciente de la Universidad de Sydney arroja algo de luz sobre este tema.[2] El cannabis tiene una gran afinidad con el tejido graso. El THC pasa rápidamente de la corriente sanguínea a células adiposas, donde puede acumularse y permanecer inactivo durante semanas o meses.

El estudio analizó a fumadores habituales de cannabis, que también practicaban ejercicio. Los participantes del estudio se ejercitaban en una bici estática durante 35 minutos. La intensidad era suficiente para que la grasa se metabolizara a combustible. Los participantes no habían fumado desde la noche anterior, para asegurar niveles bajos de THC en la sangre inmediatamente antes de realizar el ejercicio.

¿Y después del ejercicio? Los científicos descubrieron un aumento considerable del nivel de THC en la sangre de los participantes. En algunos casos, el incremento era tal que, si se hiciera un control, los análisis de sangre darían positivo, mientras que previamente al ejercicio daban negativo.

¿Qué significa esto? Básicamente, es como si los fumadores habituales -que queman grasa corporal con THC- se fumaran un porro mientras entrenan. O, científicamente hablando, están liberando en su cuerpo la misma cantidad de THC que obtendrían de unas caladas.

¿Mejor aún? Cuanto mayor sea el Índice de Masa Corporal, mayor será la cantidad de THC liberada en el cuerpo durante el ejercicio.

Esto significa que el cannabis usado con regularidad, se libera al practicar ejercicio físico intenso, independientemente de cuándo se haya ingerido. También parece sugerir que las personas con mayor grasa corporal pueden liberar mayor cantidad con el mismo esfuerzo; así que su esfuerzo viene con una recompensa extra.

En lo que se refiere a aliviar el dolor, tiene sentido pensar que el cannabis podría ayudar a desarrollar resistencia, o a superar el dolor.

Pero lo bueno no acaba aquí. Tras el entrenamiento, continuar usando cannabis en general puede reducir el estrés y puede aumentar tanto la cantidad, como la calidad del sueño.[3]

¿CÓMO DEBERÍAS EXPERIMENTARLO?

Hay varias maneras. Para empezar, investiga los diferentes tipos de variedades de cannabis recomendadas para uso deportivo. En general, esto incluye tanto híbridos con CBD como de dominancia sativa.

A continuación, intenta analizar los efectos que sientes al hacer ejercicio.

Aquí tienes unos consejos a recordar.

1. Sé organizado. Es posible que encuentres que estás fumando mientras te estás equipando para salir. Esto puede ayudar o entorpecer el proceso; experimenta. Si necesitas vestirte primero y luego fumar, es posible que salgas antes por la puerta. Ten en cuenta que, con la marihuana, tu mente puede deambular. Estos pensamientos disociados pueden ayudarte a estimular tu cuerpo, una vez ya has arrancado. Pero, ¿y antes? Puede que te distraigas más de lo deseado.
2. Intenta experimentar con las diferentes maneras de ingerir el cannabis. Por ejemplo, puedes fumar antes de empezar. También puedes comer algún alimento con cannabis. Si eres muy organizado, puedes preparar una bebida deportiva infusionada en cannabis para llevar contigo. Todo las opciones son buenas. No sólo afectarán tu entrenamiento, sino que también afectarán cómo tu cuerpo usa los cannabinoides durante el ejercicio.
3. Empieza despacio. En otras palabras, no empieces tu experimento cannábico con una caminata nivel “Iron Man”.
4. Experimenta cómo la marihuana afecta a tu andar, equilibrio y conciencia; hazlo despacio y en un lugar seguro. Prueba de correr en caminos o espacios relativamente públicos, seguros y alejados de la carretera. Si te marearas, no querrías caer entre el tráfico. O no querrías colapsarte en una carrera salvaje, en medio de la nada.
5. Por razones de seguridad, intenta correr sólo durante el día; al menos al principio.
6. Fuma cannabis habitualmente. Puede fumar incluso 1 o 2 pipas al día. Parece ser que no importa cuando lo hagas. Si el THC se acumula en tu grasa corporal, sentirás un placer extra cuando practiques ejercicio, independientemente del momento.

¡Que disfrutéis corriendo!