¿Por qué alguna gente mezcla hierba y tabaco?

Todos tenemos algún amigo que se lía los porros mezclando cannabis y tabaco, y de hecho en algunos países estos porros reciben otros nombres específicos. Aunque pueda parecer sorprendente para lectores de ciertas regiones del mundo, la combinación de tabaco y hierba es, en realidad, bastante habitual en Europa, Australia y otros países.

Las razones por las que algunos deciden mezclar tabaco y maría difieren bastante, pero la mayoría lo hacen por los efectos únicos que produce. La mayoría de consumidores que optan por este tipo de porros declara sentir un efecto más agradable, relajante y controlado que si fumasen sólo cannabis.

Otros, sin embargo, afirman percibir los efectos contrarios, defendiendo que mezclar cannabis con tabaco produce sensaciones más energéticas y un ligero "colocón cerebral". Algunos consumidores hablan de euforia intensa, lo cual es probable, ya que tanto cannabis como tabaco producen este efecto.

Otros consumidores mezclan hierba y tabaco por motivos más prácticos. Por ejemplo, mucha gente cree que añadiendo una pizca de tabaco consiguen una combustión más fuerte y uniforme en su porro. Esto tiene lógica, ya que una hierba ligeramente húmeda puede ser difícil de quemar de forma homogénea. De la misma forma, algunos consumidores también consideran que las pipas que combinan maría y tabaco queman mejor y producen caladas más intensas y profundas.

Los consumidores también se decantan por mezclar cannabis con tabaco para usar menos hierba en cada porro. En cualquier caso, es importante considerar que cada consumidor de cannabis tiene sus propias preferencias en cuanto al consumo de esta sustancia y por qué deciden hacerlo así.

No hay ningún método concreto de consumo de cannabis correcto o incorrecto, a menos que se deba a motivos terapéuticos o de salud. En ese caso deberías olvidarte de los métodos tradicionales para fumar esta planta y optar por un vaporizador o una tintura.

¿CUÁLES SON LOS EFECTOS DE FUMAR HIERBA Y TABACO?

No hay demasiados estudios científicos acerca de las consecuencias de mezclar cannabis y tabaco, por lo que hay pocas evidencias reales sobre los diferentes efectos de combinar ambas sustancias. Sin embargo, hay algo que queda claro: los efectos de esta mezcla son diferentes que los percibidos al consumirlos por separado.

El cannabis interactúa con el sistema endocannabinoide de nuestro cuerpo, que básicamente consta de una serie de receptores (principalmente CB1 y CB2) ubicados por todo nuestro cuerpo y cerebro. La nicotina funciona de forma similar, interactuando con los receptores nicotínicos situados en los sistemas nerviosos central y periférico de los seres humanos.

Tanto los receptores nicotínicos como los CB1 y CB2 se encuentran especialmente concentrados en el hipocampo y la amígdala, dos regiones del cerebro que juegan un papel importante en la memoria, la toma de decisiones, respuestas emocionales o adicciones, entre otros.

Un estudio demostró que mezclar cannabis y tabaco en realidad aumenta la concentración de THC en un porro. Este análisis, publicado en 2009 en Inhalation Toxicology, capturó y examinó el humo de un porro de cannabis puro y de otro con apenas un 25% de cannabis.[1]

El nivel de THC en el porro que sólo contenía cannabis se situó en aproximadamente 32,7 miligramos por gramo. En el porro con tabaco, sin embargo, esta cifra se disparó hasta los 58,9 miligramos por gramo, llevando a los investigadores a la conclusión de que el tabaco parece mejorar la eficiencia de vaporización del THC en hasta un 45%.

Esto contradice el argumento de algunos consumidores que afirman que mezclar cannabis con tabaco produce un efecto más agradable y controlable. En todo caso, este estudio indicaría que consumir ambas sustancias juntas debería producir efectos más intensos, hipotéticamente. Esto pone de manifiesto que obviamente necesitamos seguir desarrollando más estudios sobre la interacción de cannabis y tabaco con nuestro cuerpo, especialmente cuando se consumen juntos.

Hasta ahora, sólo tenemos pruebas de que los sistemas responsables de las respuestas de nuestro cuerpo al procesar los antagonistas del tabaco, cannabis y otras sustancias están interconectadas. Por ejemplo, un estudio publicado en la Revista Europea de Farmacología en 2007 mostraba que la exposición prolongada a la nicotina producía efectos más duraderos sobre los receptores CB1, aumentando el número de receptores del hipocampo mientras al mismo tiempo disminuye el número de receptores en otras regiones.[2]

Una vez más, esto no nos permite extraer conclusiones sólidas sobre los efectos de mezclar cannabis y tabaco. Hasta que no se lleven a cabo más estudios, probablemente tengamos que seguir fiándonos de las experiencias de los consumidores. Quienes fuman cannabis y tabaco conjuntamente declaran los siguientes efectos generales:

• Mayor euforia.
• Mayor relajación.
• Más adrenalina y un ligero efecto cerebral.
• En general, un subidón más intenso y potente, o más agradable.
• Mayores niveles de energía y menos probabilidades de somnolencia o sedación.

LOS RIESGOS DE FUMAR CANNABIS Y TABACO

Una de las principales preocupaciones respecto a la práctica de mezclar cannabis y hierba se refiere a los riesgos de salud asociados con el consumo de tabaco. Todos sabemos que fumar tabaco es perjudicial, ya que los riesgos para la salud se han investigado en profundidad y los resultados están más que contrastados.

Así que fumar tabaco es perjudicial, pero fumar cannabis tampoco es saludable realmente. Es importante ser conscientes de que fumar, ya sea tabaco, cannabis o cualquier mezcla de hierbas exóticas que has comprado en la herboristería, implica una combustión.

Esta combustión rompe los enlaces químicos de los compuestos orgánicos presentes en las plantas y los transforma en "radicales libres" que se pueden combinar entre ellos o con otras moléculas para producir diversos tipos de subproductos, muchos de los cuales son extremadamente tóxicos. Inhalar estas sustancias químicas del humo procedente de la combustión de un material te expone directamente a ellas.

Por eso los vaporizadores se han extendido tanto, ya que te permiten calentar el cannabis (o cualquier otra hierba seca, claro) a una temperatura con la que se consiguen extraer los principales compuestos de la planta sin llegar a quemarla. De hecho, se sabe que el vapor producido por un vaporizador contiene alrededor de un 95% de cannabinoides y terpenos, mientras el humo de un porro sólo contiene sobre un 25%.

Así que si de verdad te preocupan los efectos de fumar para tu salud, no malgastes tu tiempo dando lecciones acerca de las ventajas de fumar porros "puros" a alguien que decide añadir una ligera capa de tabaco a su hierba. Más bien, deberías comprarte un vaporizador.